La otra alemania (ORGANO DE LOS ALEMANES DEM OCRATICOS DE AMERICA DEL SUR) FRIEDENS - SONDE RNUMMER AAO VII M A Y O 15 DE No. 94 19 4 5 BUENOS AIRES TUCUMAN 309 U. T. 31 — R E T I R O — 7264 AUS DEM I NH ALT: Jose Venegas: Lo que no debemos olvidar Sigfride Ciccotti: La oeupaeiön mili. tar y Ia educaciön del pueblo alemän August Siemsen: Das Ende des alten und die Aufgabe des neuen Deutsch- land Harold J. Laski: Der Friede, für den wir kämpfen Hans Lehrzrann: Der internationale Wiederaufbau und Deutschland Hans Jahn: Dieses Geld Erhart Löhnberg: Gestern und Mor- gen Carl Döbbeling: Was soll nach Hitler kommen? Curt Beitvater: Die Stunde des An- deren Deutschland Waldemar Ossowski: Die Knechtschaft hat ein Ende Willi Karbaum: Macht nicht halt vor den Schlössern Wi Ii Keller: Der Kampf beginnt Curt Fabian: V-Tag Christa Springmann: Aufgabe der Frauen CORREO ARGENTINO Sucursal 58 (San Martin) FRANQUEO PAGADO CONCESION No. 3096 Christa Springmann: Aufgabe der Frauen la otra älemaniä 9 ORGANO DE LOS ALEMANES DEMOCRATICOS DE LA AMERICA DEL SUR Editor y director: Dr. AUGUSTO SIEM-EN, ex-diputado del Reichstag CALLE TU CUM AN 309 — Buenos Aires (Argentina) — U. T. 31 Retiro 7264 (Auiorizado por liisoluciön del M. del Intericr No. 214 del 11 de abril de 1945) UegiNtro Auciomil de l*rt>piciiuU liiieiectual Au. 178048 ASO VII 15. Mai 1945 Nr. 94 ' La Otra Alemania declara: ^ Los alemanes antifascistas de la America del Sur, saludamos la derrotci de la Alemania Hitlerista. Hemos sido lös primeros e irrecon- ciiiables adversarios del nazismo. No hemos podido impedir que los ! capitanes de la industria pesada y los "j unkers" prusianos entreguen i ei poder en 1933 a Hitler, pero mientras nuestros amigos iueron tor- turados y asesinados en los ccsmpos de concentraciön, los refugia- ^ dos, desde el extranjero, hemos llamado la aieaiciSn del mundo ! söbre las crueldades bestiales de los campos de) concentraciön y süa I preparativos beliccs qua amenazcsron al mundo. Todo era en! vano. ' Ahora la locura del "Herrenvoik" alemän se hunde definitivamente con la siniestra tradicicoi militarista prusiana. Li Alemania tiene un i futuro, lo debemos buscar en el trabajo, en la organizaciön demo- crätica y el progreso social dentro de una Europa^ democrätica. Con- sideramos coma nuestra primordial tarea, la de colaborar en la re- oonstrucciön de la Europa devastada y de una Alemania pacifica y progresista que, una vez, ha poseido el respeto y la amistad del 1 mundo, AsL trataremos de tildar^ la vsrgüenza que Hitler trago para | Alemania. _ 1 — Deutsche Eifciicfhak Frankfurt am Kein £ 3 k t, c f Jose Venegas: LO QUE NO DEBEMOS OLVIDAR Los relatos de los espantosos crl- porque no extirparemos ei mal que ha menes realizados por los nazls en los traido a la humanidad el nazismo, sino diversos campos de concentraciön ins- extirpando en cada uno de nosotros telados en Alemania ocupan hoy am- la cobardia, o la simple tolerancia — plio espaoio en todos los periödicos, no digamos la complicidad— con esos motivan debates parlamentarlos y orL actos; ninguna razön, ningtin motivo, ginan viajes de comisiones a compro- ninguna convenlencia de claie, de'pas bar hasta dcnde llegö la atroz cruel- o de cualquier otra inclole, rr^de dad dei nazismo. tificsr la admisiön en el gobierno del Todo esto nos parece muy bien, por- mundo de pandillas de criminales de. que ss debe difundir ampliamente el generados como las que encabezaron horror al movimiento regresivo que en Hitler, Mussolini y sus imitadores. Y Alemani? encabezö Adolfo Hitler. Pero porque si olvidamos a los alemanes debemos recordar que esos campos de vlctimas de Hitler, si olvidamos rl nue_ concentraciön se instalaron en 1933, blo alemän gmante de la libertad, a y quienes primero entraron en ellos quienes murieron en los campos de fueron alemanes. Debemos recordarlo concentraciön ,a los que fueron deca- por dos motivos: pitados, a los que tuvleron que huir, Primero: Porque entre quienes se caeremos en el tremendo error de su- horrorizan ahora hay muchos que no Doner que la guerra se ha nroducido ignoraban la existencia de esos lu- ncr^ue los alemanes son belicosos. Y gares de tortura y exterminio, y se olvidaremos las causas profundas de callaban, y recibian a los dirigentes la guerra, oue no estän en la agresi- nazis, o los visitaban, y les concedian vidad de Hitler y los suvns. «ino en no el trato correspondiente a los ase- ''as inlusticias y en los nrivile^ios. Los sinos, sino el que se otorga a las per- b~neficiados cön *ou611as y con 6sfcos sonas digniis de la mayor considera. fueron qu'enes hicieron posible que ciön. Hitler ascendieri al poder, y le x>ro- Segundo: Porque no se debe olvidar porcionn ron medios v ocasicnes para que la primera vfctima del nazismo ha que exterminara, primero, a la demo- aido el T)ueblo alemän. oracia alemana. v a^^iom Es muy importante lo uno y lo otra a todos los hombres libres del mundo. Sigfrido Ciccotti: LA OCUPACION MILITÄR Y LA EDUCACION DEL PUEBLO ALEMAN La forma en que ha acompaüado al blo en general no puede servir para r^gimen y ha luchado en esta guerra, hacer pasar al olvido M culpa-bilidad indica que el pueblo alemän en su directa e inmediata de los dirigentes inmensa mayoria ha sido cömplice del nazistas. El peor escändalo y el mavor nazismo y tiene un considerable grodo peligro consistiria en que esa genta de responsabilidad por los crimenes Falie^-1 impune. Y sin embargo la im- del mismo. El sadismo ctentifica y punidad estarä pr4ctirq.Trnte sistemäti camente utilizado en los cam. rada a la gran mayoria de e^os en pos de concentraciön no puede ser im. caso de que se lleve a cabo una pro. putado a la totalid.ad de la naciön longada ocupaciön milit-r de Alema, alemam. Pero es una ingenuidad pre- nia. Seeün Ms normas establecidas por tender al mismo tiempo que ella no la Comisiön de Crimenes de Guerra, estuvie.ce entprada de los horrores que individuos de la taFa de Von papen se estaban cometiendo. v tien^n Va asegurada la Impunidad. En Pero la co-responaabilidad dei pue- Italia hemos ya visto por la experien- — 2 — 1 f. 1Y * s cia que los allados amparan a loa responsable del fascismo, y que para faacer justicia el pueblo ha tenido que tomar las cosas directamente en sus manos. Me parece ademäs evidente que la ocupaciön militar prolongada provee tan solo una ilusiön de seguridad con- tra la eventualidad de una nueva agre- siön alemana. En efecto, es absurdo pensar que Alemania pueda organizar una agresiön dentro de los pröximos anos. Eso quiere decir que se toman precauciones cuando no hay peligro, y se dejarän probablemente de tomar cuando el peligro se presente. Y si se quisiera argumentär que la ocupaciön militar aliada es necesiria para garantizar la educaciön democrä- tica del pueblo alemän, contesto que esa ocupaciön lo ünico que asegura jes la imposibilidad, mientras ella du- re, de que surja en Alemania una democracia capaz de sobrevivir por süs propios medios. La idea de que un cuerpo de profesores norteamericanos —o a lo mejor rusos— pueda ensefiar August Siemsen: DAS ENDE DES ALTEN UND DIE AUFGABE DES NEUEN DEUTSCHLAND las normas democräticas al pueblo ale- män, es absurdo y ridlculo. Los ale- manes aprenderän o no la democracia, se volverän pacificos o seguirän sien- do militaristas, de acuerdo a las lec- ciones que aprendan de la vida, de La experiencia y de sus propios sulri- mientos. Considero que la ocupaciön militar prolongada de Alemania es un grave error, y creo que despues de entrar en Berlin, los ej6rcitos allados debe- rian retirarse a la frontera, limitän- dose al establecimiento de algunaa guarniciones estrategicas, y dejando que los al&manes procedan por su pro- pra cuenta a la limpieza. de los nazds. Es fäcil de ver que hasta hoy no se conoce ningün plan concreto acer. ca del destino de Alemania. Si no me equivoco, ello se debe a que no exis- te ninguna soluciön viable del pro- iblema alemän en si mismo, sino se le considera como parte de un conjunto mäs amplio, en la organizaciön de eae "mundo mejor" que nos ha sido repe- tidamente prometido. Was wir erstrebt und wofür wir mit unseren geringen Kräften gekämpft, was wir erhofft und was wir stets mit Sicherheit erwartet habe«, ist Wahr- heit geworden: H'tlerdiktatur und Na- zideutschland liegen besiegt am Bo- den. Die erste und unerlässUche Vorbedin- gung für jede aussichtsreiche Zu- kunftsarbeit ist damit erfüllt. Und doch können wir richt jubeln, doch vermögen wir nicht ao Festtafeln und Freudenkucidgebungen teilzuneh- men. Allzu teuer ist dieser Sieg über die Verderber Teutschlands, die Zer- störer Europas, die Bedroher der Welt erkauft worden. Allzuviel hat die nazi- stische Feuersbrunst verzehrt, die man leicht hätte austreten können, als sie hoch ein kleines Feuerchen war, — wmn man gewollt hätte. Heute liegt Deutschland fh Trüm- mern, sind seine Menschen körper- lich und seelisch erschöpft, ist aie deutsche Kultur vernichtet. Uad zu- gleich sind Europa und die Welt in Krieg und Vernichtung h:i: eingeris- sen, ist die Welt aus den Fugen. Wir sind nicht müde geworden zu warnen vor dem Unheil, das In Deutschland heranwuchs und die Welt bedrohte. Wir haben die Wur- zeln des Uebels und die Verflech- tung des deutschen Geschehens mit den Zuständen unserer kranken und morschen Welt aufgezeigt, urd wir haben betont, dass eine isolierende Betrachtung des Faschismus, des Na- zismus i»~d der Hitlerdiktatur, wie sie heute von Leuten versucht wird, die früher nichts zu ihrer Bekämp- fung getan oder sie sogar gefördert haben, den Tatsachen Gewalt antut 3 — und keine Heilung zu bringen ver- mag. Heute, am Tage des Sieges über un- sere Toctieinae, genören wir zugieich zu den Besiegt^-. Wir haben nicht vermocht, Deutschland vor der Hit- lerdiktatur zu retten; wir haben nicht vermocht, dem Fortschreiten der in Deutschland zum Ausbruch gekomme- nen Katastrophe irgendwie Einhalt zu tun. Wir haben auch keinen Einfluss auf das, was nu.i kommen wird. Wir he- gen keinerlei Optimismus, dass Welt- frieden uud Menschheitsfrtihling aus dieser grauenhaften Zerstörung und Vernichtung nicht nur der materiel- len Werte, nicht nur der Menschen- leben, sondern auch der kulturellen und geistigen Errungei.. schaften der Menschheit sozusagen als natürliche Folge des Sieges hervorwachsen wer- den. Aber wir sind auch t.icht pessi- mistisch. Wir glauben, dass die Grös- se der Katastrophe die Folge der Grösse der Weltkrise, der Unhaltbar- keit des wirtschaftlichen und gesell- schaftlichen Gssamtzustandes der Welt war, dass der Grösse der Ka- tastrophe aber nicht nur die Schwe- re. sondern auch der Umfang des Neubaus entspricht, so dass am Ende der stürmischen Zeiten, der tief grei- ser den Umwälzungen, denen die Menschheit entgegengeht, das Wort stehen wird: Siehe, es ist alles neu geworden. Was können wir Deutsche innerhalb dieser Aufgabe des Neubaus einer ganzen Welt tun? Unsere Aufgabe w'rd bestimmt durch unsere grundsätzliche hum?»" istisch- sozialistische Auffassung und durch die Situation Deutschlands nach dem Sturz der Hitlerd^ktatur. Mit dem Naziregime liegen der deut- sche Militarismus. Nationalismus und Imper alirmus am Bcdet\ Unsere er- ste Aufgabe ist, ihre Wiederbelebung tinter allen Umständen zu bekämpfen. 17» ter allen Umständen, d. h. auch dann, wenn die Hasspsychose gegen alles Deutsche, die aus reaktionären politischen Grü-den von den Vainsit- tarts, aus eitler Vera#- twortungslosig- keit von vielgeschäftigen Schwätzern wie lunil Luuwig gci~anrt wird, aiAi- liche Formen annimmt wie die anti- semitische Hetze der Nazis; auch dann, wenn heute Deutschland als blosses Objekt der grossen Mächte u«. d ihrer Gegensätze behandelt wird; auch dann, wenn die Bediugu-gen, die man Deutschland auferlegt, uner- träglich erscheinen. Wir können und wir cnlüssen dagegen protestiere«.:. Wir dürfen — auch heu- te — darauf hi». weise«, wieviel Deut- sche und Deutschland früher der Welt gegeben haben, und dass Hun- derttausende von Deutschen, treta Gestapo und Konzei-traticuslageni, de Nazipest und die Hitlerdiktatur bekämpft haben zu einer Zeit, da sie in ihrem Kampf von Gott und der Welt verlassen waren. Aber auf der andern Seite werden wir mit allen Kräften Eevanchegederkm u«:d Macht- und Gewaltideo'-cgie innerhalb Deutschland bekämpfen, die wieder- um nur negative und zerstörende Wir- kungen haben würden. Wir sind vielmehr der Meinung, dass Deutschend, um nrt den in dieser Nummer zitierten Worten von Hans Paasche zu reden, aus einer ganzen verhängnisvollen nationalistischen Vergangenheit auswandern o'd völ- lig neu anfangen muss. Die Niz:a haben die Worte nationale Freiheit und nationale Ehre missbraucht und zu Tode gehetzt. Ein neues D°utsch- land muss rn ihre Ste'le d:e Freiheit und Ehre des Menschen setzr. die nur in der Gemeinschaft von Gleich- berechtigten. die nur in einer soziali- stischen Gesellschaft möglich sind. v Je entschiedener das deutsche Volk sich abwendet v-cn Machtwahn mn- Fittart und Genossen ein gerüttelt Mass am Aufkommen Hitlers trap-e. Das einzige Problem, dessen ernst- hafte Berücksichtigung in diesem Zusammenhang erwartet werden kann, ist die Frasre. ob es für die Wirtschaft der Sieger-taaten zweck- mässig ist, von Deutschland nicht nur bis zur Grenze seiner Leistungsfähig- keit Reparationen zu verlangen, son- dern es darüber hinaus noch mög- lichst aus dem Weltmarkt auszu- schalten. Normalerweise wird sich jeder Kauf- mann freuen, wenn er sich eines Kon- kurrenten entledigen kann. Sollte gleicherweise die Ausschaltung eines Volkes a'ä der Weltwirtschaft nicht den anderen Völkern al • ein Vorteil erscheinen? Ein solcher Schluss wäre absolut trügerisch. Jedes Land tntt auf dem Weltmarkt sowohl als Käu- fer als auch als Verkäufer auf. Das erstere kann es in der Regel und auf die Dauer nur in demselben Masse wie das andere tun. Wcmit wollte es sonst seine Käufe bezahlen? Das soll, te eine Binsenwahrheit sein, die kei- ner Erwähnung bedarf. Leider scheint sie aber denjenigen Kapitalisten un- bekannt zu sein, die Deutschlands Weltmarkt - Konkurrenz unterbinden wollen. Und wie sollte ein wirtschaft- lich niedergehaltenes Deutschland Reparationen aufbringen? Nach den jüngsten Zerstörungen kann es sie schwerlich aus seinem Vclksvermö^en nehmen. Das dürfte zum grossen Teil vernichtet sein. II. DEUTSCHLANDS BEDEUTUNG FUER DIE TNTEBNATIONALE WIRTSCHAFT Es geht aber weniger um die Repa- rationen. Sie sind letzten Endes doch eine vorübergehend» Erscheinung. Wichtiger wäre dass sich die Herren Goldwyn und Konsorten fragten, wie denn das dev-t che Volk ihre Filme und andere Waren bezahlen soll, wenn es nicht in entsprechendem Masse eeine eigenen Produkte exportieren kann. Zwar möchten Herr Goldwyn und seine Kollegen offenbar den deut- schen Markt nicht missen, könnten aber zur Not seinen Verlust noch ver- schmerzen. Auch auf deutsche Liefe, runsren ist das weitgehend sich selbst genügende Nordamerika kaum ange. Wiesen. Für andere Länder jedoch würde der Ausfall Deutschlands — sowohl als Käufer als auch in seiner Eigen chaft als Verkauf er — wesent- lich schwerere Folgen haben. Einige konkrete Angaben mögen dies zeigen: Im Jahre 1930 trat das Deut- sche Reich als Lieferant europäischer Länder für Waren im Gesamtwert von nahezu 9 Milliarden Mark auf. In der gleichen Zeit kaufte es von denselben Ländern insgesamt für un- gefähr 5 1|4 Milliarden. Nicht nur bei kleinen Staaten, sondern auch bei so bedeutenden Ländern wie Frank- reich stand der Aussenhandel mit Deutschland an erster Stelle. Für Heiland z. B. war Deutschland mit 31.7 olo der Gesamteinfuhr weitaus der wichtigste Lieferant. Erst in wei- tem Abstand folgte Belgien mit 9.4 o]o an zweiter Stelle der holländischen Fintuhr. Aehnlieh lagen die Dinge in der Tschechoslowakei, Oesterreich, fast allen Balkan taaten, Polen, Schweden etc. Und sslbst im Aussen- han :i el aussereuropäischer Länder nahm Deutschland einen hervorra- genden Platz ein: Bei Nordamerikas Handel mit Eurom stand Deutsch- land im Jahre 1930 sowohl bezüglich Einfuhr al? auch Ausfuhr an zweiter Stelle, bei Argentinien an dritter Stelle. Insgesamt betrug die deutsche Ausfuhr im Jahre 1930 mehr als 12 Milliarden Mark, seine Einfuhr über 10 Milliarden. Man könnte nun meinen, es müsse ja umso vorteilhafter für die ande- ren Länder sein, Deutschland vom V/eltmarkt auszu chliessen. je wichti- ger die Rolle gewesen sei die es frü- her dort gespielt habe. England, Hol- land, Tschechoslowakei oder welches Land auch immer könnten dann doch umw grössere Lieferungen ?n si1«5se. rite Zausw des Abflusses dieser 12- Jähr'öen Entwicklung Wir fr^o-pn »w I=t "s rinT ein Snecorer. TiHtt«chf»r A.hschlu«»«*? Od»r k»r>r dieser Abschluss aiir»h ^er Aus- gangspunkt für eine Entwicklung der menschlichen Gesellschaft des 20. Jahrhunderts werden, die eine Wie- derholung des Geschehenen unmög- lich macht? Die Zeitgenossen sozialer und politi- scher Reaktion sind oft leicht ge- neigt, diejenige Epoche der Reak- tion, ki der sie selber leben, als be- sonders schlimm anzusehen. Wir aber haben wirklich Gründe, die gegen- wärtige Epoche als die schlimmste zu bezeichnen, durch die die Mensch- heit bisher gegangen ist. Nicht so sehr deswegen, weil kein Krieg s» viele Opfer wie dieser gekosiet hat; auch nicht deswegen, weil kaum je in der Neuzeit so viele Existenzaa zerstört und über ganze Kontinente zerstreut wurden und man niemals zuvor das Schauspiel einer in die Mil- lionen gehenden Emigrationsbewegu.-g gekannt hat, die sich nach diesem Kriege teils in umgekehrter, teils in anderer Richtung als bisher fortsetzen dürfte. Sondern weil wir — gestehen wir es uns ein — Uf. s getäuscht ha- ben über das Ausmass, in dem alle Lebensinhalte und moralischen Wer- te. die uns im Elternhaus, in der Schule, in der Universität, durch Lek- türe. geformt hatten, in Italien in rund zwei Jahrzehnten, in Deutseh- land in rund einem Jahrzehnt, syste- matisch entwertet, zertreten, aus ge- rettet werden konnten und durch nichts anderes ersetzt wurden als durch die Erziehung zu Rassen- u»d Völkerhass, zur Entwertung der menschlichen Würde, der Idee der Freiheit, der Gleichberechtigung und Brüderlichkeit, zur Denunziation, durch den Appell an diejenigen primi- tivsten Instinkte ur.d Triebe im Men- schen, die er in der Neuzeit noch ebenso besitzt wie zur Zeit des Nean- dertal-Menschen oder Ramses' II., die er aber überbrücken, neutralisie- ren kann durch die gemeinsame An- erkennung von Lebensinhalten und Lebensformen, die das Leben lebens- wert machen. In einer politischen Sturmflut, entfesselt von Kräften, de- nen diese Lebensinhalte und -formen — to der Neuzeit hauptsächlich Von der grossen französischen Revolution verkunuet — nicnts bedeuten, wenn es um üie Reuung ihrer bedrehten winschaitlichen mid poLuscnen Machtstellung geht, gjLgen die»e An- sätze zur mtnscnlichen Höherentwick- lung verloren, und die gleichen Wer- te sind heute auch in nicht.-deut- schen Länaern bearoht oder in gröss- ter Geiahr, ebenso wie dort zertre- ten zu werden. Diese Epoche ist schlimmer als alle vorhergehenden, weil die heutige Ge- sellschaft eine hoch umwickelte Tech- nik und Ausbildung wissenschaftli- cher Methoden vereint mit einer völ- ligen Verachtung von Menschenrech- ten. Menschenwürde und Menschen- tum. während Technik und Wissen- sehaft bei Anwendung zum Wohle aller anstatt für Herrschaft und Pro- fit einiger Grossfinaiizgruppco die Menschheit leicht völlig vor Hun- ger und zum grössten Teile von Krankheiten befreien könnte. Es ge- hört nicht viel Sachkenntnis dazu, sich auszumalen, was zukünftige poli- tische Terrorsysteme und künftige Kriege für die Menschheit bedeuten würden. So wahr es ist, dass der Paschismus infolge der geschichtlichen und wirt- schaftlichen Entwicklung nach dem 1. Weltkriege die furchtbarste Form in Deutschland angenommen hat. so wenig hinwegzuleugnen ist die sehen heute durch eine Fülle von Enthül- lungen beglaubigte Feststellung, dass diese Entw:cklung in Mitteleuropa ohne die geflissentliche Unterlassung, ja ohne die aktive Mitwirkung be- stimmter internationaler Finanzgrup. j>en und unter ihrem Einfluss han- delnder Regierungen n'cht so weit gediehen Wäre, fa vielleicht früh hätte Unterbunden werden können. Und hat man schon vergessen, dass gerade die maßgebenden Kreise und der gröss- te Teil der ausländischen öffentlichen Merrmsr sich lahrelansr taub und un- empfindlich zeigte angesichts der. an hunderttausende!; von deutschen Ar- beitern und Juden begangenen Mor- de und Unmenschlichkeiten ? Und die bis zur direkten Verweigerung gehen- de Frsclrwenmer der Rettung in die meinen Asvlländer für die vom Tode gehetzten Hunderttausende, die dem Nazifaschismus zu entkommen such- ten; cue prajetisene Erioigi^gKeii al- ler suga.6>- uven j?'iuoui;iiugSis.uMeren- ; zen. angexangen von der isomeren» von Evian dis zu der von ±id.oana,' cue einem Hohn auf das Leid weit ähnliuner als einer Hüte senen: All' dies spricht vielleicht, eine nicht so laute, aber eotnso bereute Sprache wie aie anrelange getiissentlicne Un- terlassung alier pohtisenen Massnah- men seitens der vvestmaente, die den Zerstorungsiauf des Nazifaschismus hauen abstoppen können. Von der Duldung der Eroberung der Mand- schurei durch Japan und der Abessi- niens durch Italien bis zur offen be- günstigten Intervention Hitlers und Mussolinis zugunsten Francos und ge- gen das republikanische spanische Volk, bis zur Auslieferung Oester- reichs und der in demütigender Form erfolgten Auslieferung der Tschecho- slowakei an Hitlerdeutschland zieht sich eine Linie; die politische Linie der internationalen Helfershelfer, die den italienisch-deutschen Faschismus nicht ungern, den Faschismus bei sich im eigenen Lande vielleicht noch lieber sehen. Diese Kräfte sind auch heute nicht ausgeschaltet, wenn sie auch zur Zeit im allgemeinen mehr Im Hintergrunde arbeiten als zur Zeit des Münchener Paktes. Der Krieg begann dementsprechend weit weniger um der Rettung der vom Nazifaschismus bedrohten menschli- chen Grundrechte der breiten Volks- massen der anderen Nationen willen; und ganz gewiss nicht um der Rettung der deutschen Sozialisten und Juden oder gar um der Rettung der spani- schen Republikaner willen; er be- gann, weil sich bestimmte Gruppen des internationalen Finanzkapitals und die mit ihnen kooperierenden Regie- rungen vom deutschen und italieni- schen politischen System plötzlich — unprogrammässig — in ihrer eigenen Vormachtstellung mehr bedroht sa- hen. als es mit der damals gern ge- sehenen nazifaschistischen Aufrüstung gegen Scwietrussland vereinbar schien. Zu Beginn des Krieges sah man die Empörung der breitesten Massen aller Länder gegen die Entset- zen staten des Nazifaschismus erana gern; man brauchte die Empörung ?nd dtiä itotätitzen der eigenen bfei- eti. Massen für eine entscheidende Kriegführung. Heute scheint in den •Massgebenden Kreisen der Siegerlän- der die Fürcht vor einer Aufdeckung,, des wahren Wesens des Nazifaschis. mus und die Angst vor einer grund- sätzlichen Umgestaltung der gesell- ächaftllchen Verhältnisse, die eire Wiederholung dieses Entsetzens und von Kriegen für immer unmtifeVch machen würde, weit grösser zu sein. Man hat sich überhaupt mit ver- schwindenden Ausnahmen schon wäh- ferd des ganzen Krieges peinlichst gehütet, den eigenen kriegführenden Massen die Freiheiten im einzelnen aufzuzeigen, die sie unter dem Nazi- faschismus verloren hätten und die iti den heutigen "demokratischen" Ländern stark beschnitten oder in dfefahr sind. D'ese Haltung äussert steh z. B. in dem Ausspruch des bri- tischen Premlerministers Churchill. Wonach dieser Krie? Jn den letzten vier Jahren einen weniger ideologischen Charakter angenommen habe. Auf deutsch heisst das: Der Rinn dieses Krieges ist nicht und soll es nicht sein, für oder getren bestimmte t>oÜ- fische Systeme oder die für sie plädie- renden Anschauungen zu kämpfen, sondern der. die kriewi'e^e Macht bestimmter Staaten zu brechen. Nun kann man zwar die Tatsache verschweigen, aber nicht aus der Welt schaffen, dass hinter der schon längst brüchigen und sehen ,«6hr hässlichen Fo'ssflde der heiitierfn Kultur der Ver- fall lquert und dass eine G^-eilsnha^ts- ©reanisatfon. in der die Wirtschafts- krisen schon in "normalen" Zeiten die Regel und deren itnvermeld1 ich«*s Produkt die Kriege' sind, aiuf die •Dauer die Utisterr der Menschheit seThst In Frflor» stpllt,. wenn es der an ihrer Aufrpc'hferTiMtTmir intarepsler. ten wirfcchflftsri-nUtischen Grurmen peMnTt sie bi« dahin 7fi holten. A^ler- d1ti«yS' ist, es ein 16 -noch dem M>n- Srher* ifrf ejalnnm "W»rde>1orfen Kr »Th'f oflti W. Uua DtiouLUULulieii, UtUQflL V OiAti Von jener iimvwtJivLUv,j.iv.vii üa- gtiUtiicntUven jaeraua lieivux£. haute/ uj.icüq juauulu~g vövciue üoer- siunt — gexiiäscnfcucn ouer nicht — dass einer aer Weaenszuge aer nazi- 1 asems usenen btäueme gerade darin Desuent, gegen üie intcresatu ui~a Wunscne aer or eilen Voixsmas- sen regieren una den wiiieu aer Op- position mit anen Mitteln brecnen zu konneu; dass diese Systeme aoer nicni, ohne Erioig aen Anscnein zu geoen verstehen, vom Volks willen getragene pciiuscne Systeme zu n In Wirklichkeit wird das wirtsohaft- licne una poutiscne vxctri&oe aer Heu- tigen w eit rnenr aenn je vgl. • aer Tatsache oesuuiont. aass die Produk- tion von Gutern itir den Proiit aer- jeingdn Wirtscnaiusgruppen ge^enient, weicne die Mascnmeu u..d itonstoxie besitzen, damit die Proauktiunsoeain- gun^en beherrschen und über die Verteilung der erzeugten Werte be- stimmen, anstatt zu produzieren für d*.e Beinedigung der Bedürfnisse der Konsumes., teu, die sich ja zum er- drückenden Teile aus der arbeitenden Menschheit rekrutieren, welche die Waren zwar herstellen, selbst aber kein Verfügungsrecht darüber besit- zen. Zwar weraen die Waren durch die dauernden Verbesserungen der Technik, mit der sie produziert wer- den, billiger. Aber es sinkt hierbei auch der Profit (genauer: die Profit- rate) der Unternehmer. Diese aber wollen und müssen ihre Profitrate steigern, und die Mittel zur Steige- rung der Profite sind zwangsläufig letzten Endes immer die Senkung des Arbeitslohnes und gleichzeitige Mass- nahmen zur Steigerung der Arbeits- leistung der die Waran herstellenden arbeitenden Menschheit, der Nicht- Besitzer der Produktionsmittel, die dadurch umso mehr verarmen, je grösser die Zusammenballung des Reichtums in den Händen der Un- ternehmer und der mit ihnen erg- stens verbundenen Grossfinanz wird. Durch die Verarmung der arbeiten- den Massen, welche ja die Hauptkon- sumenten für die Waren sind, stösst aber nun der Absatz der Waren auf unüberwindliche Schranken. und künstliche Vernichtung von Warenla- gern (während gleichzeitig Millionen hutigern, die sie brauchen), Autarkie- bestrebungen (Abschluss eines Lan- des gegen die ausländische Warenkon- kurrenz und Zwang, vcti der Indu- strie des eigenen Landes zu kaufen, euch wenn sie teurer ist), die Jagd nach neuen und billigeren Rohstoff- gebieten und besonders nach Absatz märkten ausserhalb der Landesgren- zen, das Unterbieten der Preise der Konkurrenz auf dem Weltmarkt (Dumpi.g), künstliche Geldentwer- tung (Inflation), und. wenn gar- nichts mehr helfen will: Der Krieg, — all' dies steht in engster Beziehimg zueinander. "Können die Waren die Grenze nicht überschreite«, so wer- den es die Armeen tun", sagte Fran- cis B. Sayre. früher Unterstaatssekre- tär im Auswärtigen Amt der Vereinig- ten Staaten und einer der nächsten Mitarbeiter des Präsidenten Roose- velt. Und er hat Recht. — Einer der Auswege für die Grossunternehmun- gen und die Grossfinanz aus der Krisensituation besteht darin, dass die in solchem Stadium gewöhnlich schon rebellisch gewordenen Volks- massen durch incerpolitischen Terror niedergehalten werden, um sie besser ausbeuten und zum Kriege erziehen zu können. Hier liegt die Hauptwur- zel der nazifaschistischen Staatssyste- me. Dies ist, stichwortartig angedeutet, jenes Gesellschaftseretriebe, das, auf- bauend auf den Erkenntnissen des Verfassers des "Kapital", aufgedeckt worden ist. Bevor nicht diese Haupt- wurzel des heutigen Unheils ausgerot- tet worden ist, ehe die arbeitende Menschheit nicht selber entscheiden kann über, nicht selbst Besitz ergrif- fen hat von der Güterpro dukticn, nicht selber das Recht hat. nach sorgfältig ausgearbeiteten Plänen an- statt für den Profit Weniger zum Wohle Aller zu produzieren. Produk- tion und Konsumtion in Einklang zu bringen, bleibt die Gefahr einer Wie- derholung, der latente Brandherd ähnlicher Katastrophen wie der heu- tigen, weiter bestehen. Bis dahin bleiben alle Versuche zur "Erziehung" eines Volkes oder auch nur seiner Ju- gend, aussichtslos, während die alten Gewalten, die unschädlich gemacht werden sollten, gleichzeitig alle Aus- sichten behalten, die Völker, die Ju- gend, in ihrem Sinne zu erziehen. Denn seine Erziehung, die inmitten unveränderter gesellschaftlicher Ver- hältnisse mit ihrem politischen und wirtschaftlichen Konkur rei.zkampf mit allen ihren Folgen durchgeführt wird, die also zu den Idealen, zu de- nen sie erziehen will oder zu erzie- hen behauptet, in Widerspruch steht, welche die so erzogene Jugend in die- se Welt der Arbeitslosigkeit und Un- gerechtigkeit hinausschickt, kann nur zu einer zynischen Einstellung der so Erzogenen gegen die Erzieher, zu heimlichem Widerstand gegen eine so1 che "Ordnung" der Dinge führen. Eine wirkliche Aenderung der Dinge kann nur in einer Erziehung zur Er- kenntnis des heutigen Gesellschafts- getriebes bestehen und darin, das praktische Verhalten der Menschen mit. ihren Erkenntnissen in Einklang zu bringen. Dieser Weg ist ganz ge- wiss ein schwerer, vielleicht auch e'n langer, weil die Kräfte, die diesen Weg unbeschreltbar machen wollen, heute noch ziemlich stark sind. Aber es gibt keinen anderen Weg. Man kann wohl mit Gewissheit sagen, dass die Welt noch nie so bunt aussah wie jetzt . . . Kultur und Roheit! Bosheit und Leidenschaft! Egoismus in der Wolfshaut! Aberglauben und Unglauben! Knechtschaft und Despotismus! . . . Energie ohne Grundsätze! Grundsätze ohne Energie! . . . Dieser Charakter des bekannteren Teils des Menschengeschlechts ist gewiss der Vorbote ausseror- dentlicher Dinge. Ich glaube an eine künftige Revolution der Gesinnungen und Vorstellungsarten, die alles Bisherige schamrot machen wird. Friedrich Hölderlin. — 18 — Carl Döbbeling - Chaco: WAS SOLL NACH HITLER KOMMEN? „Die Weimarer Republik hat 14 Jah- re laug gezeigt was sie konnte, nun ßollen die Nazis 14 Jahre lang zeigen, was sie können!" antwortete mir ein Freund im Jahre 1933. Das war der Durchschnitt-Standpunkt der Aus- lands-Deutschen : sie sollen zeigen, was sie können! Die Nazis haben keine 14 Jahre ge- braucht. Schon nach sechs Jahren zeigten sie ihre Kunst: Krieg! Und naon weiteren fünf Jahren zeigten sie, wohin sie „führten": zur grössten Zer- störung Teutschlands seit 300 Jah- ren! Diesmal haben sie nicht einmal die Entschuldigung des Märchens vom „Dolchstoss in den Rücken" und nicht einmal Juden, welchen sie die Schuld in die Schuhe schieben könnten. Nun müsste jeder Auslands-Deutsche erkennen, dass das „Wunder der Ar. beits-Eteschaffung" jeder Esel vollbrin- gen konnte, indem er die Arbeitslosen in Uniformen oder Rüstungsbetriebe steckte, und dass die ..wunderbare Ordnung" in Deutschland die Ord- nung des Kaserhofs und des Zucht- hauses war! Was können wir von den Verbündeten Mächten erwarten. Es gibt zwei grundsätzliche Wege um den „Fall Deutschland" zu liquidieren. Der erste Weg ist der Weg den Cle- menceau gewiesen hat: „es gibt zwan- zig Millionen Deutsche zuviel auf der Welt". — Dieser brutale Weg führt noch schneller als der Versailles Weg EU einem 'neuen Weltkrieg, denn die jetzige Koalition der Verbündeten wird sich selbst so sicher zerstören, wie bis jetzt alle Koalitionen früher oder später durch gegengesetzte In- teressen zerstört wurden. Der zweite Weg wurde durch die At- lantic Charter gewiesen und muss dar- über hinaus führen, auf den Weg der Gerechtigkeit und Vernunft. Tie Verbündeten sollten in ihrem Friedens-Diktat darati zu denken, dass in Europa nur Frieden herrsc en kann, wenn ein für allemal die Kleinstaa- terei aufhört, nicht indem die Gro- ssen die Kleinen aufsaugen, sondern indem die Kleinen und Grossen eine einzige Föderation iri Europa bilden. Msp ludatojv s;s«ZissS jap nachdem der fürchterliche Krieg über Europa hinweggefegt ist und alle Schranken niedergerissen sind, alle Finanzen illusorisch sind, alle Völker durcüeinandergewürfelt wurden, und alles wieder aufgebaut werden muss. Dabei ist es selbstverständlich, dass die einzelnen Mitglieder der Vereinig- ten Staaten von Europa ihre Sprache. Glaubensfreiheit, Kultur und sozialen Errungenschaften bewahren, dagegen eine einheitliche Oekonomie und Aussenpontik. haben, so wie die Schweiz das Vorbild gegeben hat. Eu- ropa im Zeitalter des Flugzeuges und des Radio ist ja relativ kleiner als die Schweiz zur Zeit der Ochsenwagen und der Botengänger. In den V. S. E. müssten die Schlüssel- Industrien verstaatlicht werden, eben- so wie Verkehrswesen, Nachrich- tendienst und alle anderen öffentli- chen Dienste. Andererseits müsste das Privateigentum, der Klein- und Mit- telbetrieb, die Bauernschaft und der ökonomische Mittelstand erhalten blei- ben. Das deutsche Volk wird dann zeigen.' dass es willig ist, innerhalb der V.S.E. friedlich zu arbeiten, und dass es nicht daran denkt, irgend einen Krieg an- zuzetteln. um seine Jugend auf dem Schlachtfelde zerreissen zu lassen! Wir Auslands-Deutsche haben in DAD die geeignete Organisation, um unse- re Meirung an die Staatsmänner der Verbündeten und an die aller Staaten Europas gelangen zu lassen, ebenso wie in die Hände aller sozialistischen Führer Europas! Zwei Prophezeiungen Heute prophezeie ich — wie immer durchdrungen vom Glauben an unser Volk — am Ende den Sieg des deut- schen Volkes. Adolf Hitler am 24. Februar 45. "Kann sein, dass die Kolonnen, die hier halten, dass diese endlos braunen Reihn in alle Wir.de wehn, zerspellen. spal- ten und von mir gehn. Kann sein, kann sein! Baidur von Schirach am 17. August 1930. IS — Cart Bestvater (Rio Negro): DIE STUNDE DES ANDEREN DEUTSCHLAND Die Stunde des anderen Deutschland hat geschlagen. Der Augenblick. ist da, der Welt zu zeige«, aass es bis- her nur der Möglichkeit beraubt, sich zum Wort zu meiden ki Konzentra- tionslagern und im Exil zusammeu- gepldrcnt gelangen gehalten wurde. Der deutsche Mensch, im engsten Zu- sammengenen mit se.nu.1 iranzosi- 6chen, englischeu, italienischen, pol- nischen — i*i einem Wort — seinen europäischen M tmenschen hat eizt endlich die Möglichkeit, bei Einsatz seiner äussersten Energie und Aufga- be seiner bisherigen Lethargie das Ruder in die Hand zu nehmen. Und diesmal handelt es sich nicht um die "Möglichkeit"! Diesmal ist es seine höchste — seine einzige Pflich-, wenn er sich wirklich seiner grossen Auf- gabe als Mensch gewachsen zeigen will. Dtes andere Deutschland, — das Deutschland eines Gcethe, eines Hei- ne und e;i-es Marx, — im Gegensatz Bum Preussen der Hohenzollern. zum Deutsch and eines B smarck —* ganz zu schweigen zu Hitlerdeutschland — -darf keine Stunde verlieren und keine (Anstrengung scheuen, sich seiner übrigen europäischen Mitmenschen Kapitänleutnant Paasche: MAHNUNG! (I>er zum Krtegsgegener gewor- dene frühere Marineoffizier Hans Paaache wurde 1919 von deut- schen Offizieren feige ermordet) Der „deutsche Gedanke" ist tot in der Welt. Mache es Dir klar, Teutscher, du bist ausgestoßen aus der Gemein- schaft der Völker, wenn du nicht end- lich Erbitterung zeigst gegen das Sy- stem, das dich zum Henker deines Nachbarn machte und dich schliess- lich selbst zerschunden hat. Die Welt steht dir nicht offen, bevor du Mensch wirst. Es war deine historische Be- stimmung. die Begriffe Vaterland, Nation bis zur Verrücktheit zu über- treiben; jetzt erkenne deine Verfüh- rer, die Schuldieen des Weltkrieges, die Oberlehrer und Kriegspastoren... Die preussischen Oberlehrer haben es würdig zu zeigen. Es gilt vor allem sofort positive Arbeit zu leisten! Ne- ben der Ausrottung untauglicher und hindernder Elemente und Zustände, die i_icht umgangen werden kam, soll- te das anäere Deutschland die Er- ziehungsarbeit. — d. h. die "Umwer- tung ailer Werte" der bisherigen so- genannten "teutschen Erziehung" als dringendste uud wichtigste Aufgabe betrachten. Statt wie bisher niedere Triebe und hohle Ideale hochzuzüch- ten und auszubeuten, müssen die Kräfte des Geistes wieder geweckt werden, müssen Menschheitsideale statt teutscher Ideale dem Volk wie- der al Panier vorangetragen werden! Diese Umerziehung des deutschen VoL kes ist meiv er Ansicht nach die drin- gendste und wichtigste Aufgabe des andern Deutschland. — sowohl im Hinblick auf das erschütterte Ver- trauen unserer Mitmenschen ausser- halb Deutschlands, als auch für das irregeleitete, systematisch betörte deutsche Volk selbst, wenn es nicht endgültig vom Bad der nach elemen- taren Naturgesetzen vorwärts streben- den Menschheitsgeschichte zermalmt werden will. dahin gebracht. da*s der kategorische Imperativ schliesslich lautete: „Tue, was die oberste Heeresleitung will!"... Der Ausländer wusste: Alles was der Deutsche kann und hat, steht im Dien- ste brutaler Gewalt, Und eines Tages braucht der Eine, dem göttlichen Ge- walt zugeschrieben wird, nur auf den Knopf zu drücken, und alles Deutsche wälzt sich vernichtend über die Erde: Kanonen, Panzerplatten, chemische Industrie, Grenadierknochen, Philoso- phie, Menschen, Druckerschwärze. Ze- ment. .. Ob es nicht ein ganzes Gebäude von Wissen, Bildung, Weltan- schauung ist, aus dem der Deut- sche auswandern muss? Waldemar Ossowski, Cochabamba - Bolivien: ehem. Polizeipräsident von Oppeln und Preuss. Staatsrat DIE KNECHTSCHAFT HAT EIN ENDE! Der Traum vom tausendjährigen drit- ten Reich. Ist aus! Wirklichkeit sind, zerstörte Städte, Millionen Tote, verhungerte und ent- nervte Menschen. Wird auch dieses Mal die Welt nicht zur Vernunft kommen? Wird man auch diesmal dem deutschen Volk in den Ann fallen, wenn es mit den Schuldigen Abrechnung halten will? Wird man, wie 1919, mit Drohungen die Sozialisiemng der Grossbetriebe und Banken, die Enteignung des Grossgrundbesitzes, die Entmachtung des Adels, der Bürokratie und der Kle- risei verhindern? Will man den Hass regieren und das deutsche Volk für die Verbrechen ei- ner vertierten Bande Wissen lassen? Will man vergessen: machen, dass es überall Quislinge und ChamberlainL sten gab, die nicht nur ruhig zusa- hen, wie deutsche Arbeiter gemordet und im K. Z. erschlagen wurden, son- dern noch die Mörder ideell und ma- teriell unterstützten? Glaubt man aus Deutschland eine Ko- lonie und die Arbeiterschaft zu Skla- ven machen zu können? Will man jetzt schon an das Pulver- fass Europa die neue Lunte legen? Wer die Stimmen der (Mächtigen hört, könnte es glauben und an der Welt verzweifeln. ! Willi Karbaum — Bolivien: Wer aber die Stimme der Völker hört, wie sie im französischen Untergrund- blatt „Combat" zum Ausdruck gekom- men ist, hat wieder Hoffnung! Auch ich hoffe auf eine Verständi- gung der Völker! Haben nicht Millionen Polen, Tsche- chen, Franzosen, Russen, Serben. Ita- liener. Dänen, Norweger, Belgier, Hol- länder. Griechen etc. durch Jahre Sei- te an Seite mit den deutschen Arbei- tern geschuftet und alle Unterdrüc- kungen gemeinsam getragen? Ist nicht durc.1 dieses Leid ein Bund geschaffen worden, mächtiger als alle papierenen Verträge der Grossen? Arbeiter fast ganz Europas sind unter der Knute Hitlers zu der Ueberzeu- gung gekommen, dass sie alle Leidens- gefährten sind, nur einen Feind ha- ben: Das internationale Kapital". Diese Macht zu zerstrümmern, heisst die Menschheit frei und glücklich ma- chen. heisst den ewigen Frieden schaf- fen! Für dieses Ziel wollen und müssen wir kämpfen! Es kann und muss verwirklicht wer- den durch die Umwandlung aller Etaatsgebilde in sozialistische Republi- ken. zusammengeschlossen in den Vereinigten Staaten Europas". MACHT NICHT HALT VOR DEN SCHLOESSERN! (Willi Karbaum, La Paz ist Vizepräsi- dent des DADf — La Paz, ehem. sozial- demokratischer Parteisekretär und Landtags-Abgecrdneter der Provinz Sachsen. Red.) Sechs Jahre haben die Völker Euro- pas geseufzt und geblutet unter den Schrecknissen des furchtbarsten Krie- ges, den die Menschheit bisher erleb- te. Nun schweigen die Waffen, die noch gestern Tod und Verderben ge- spien. Noch kann und will man nicht fassen, dass es Wahrheit sein soll, dass Frieden ist, Frieden über einem vom Hass zerrissenen Europa, unter dessen noch rauchenden Ruinön Frauen, Kinder und Greise vermo- dern, die als Zivilopfer "am Rande des Krieges" fielen. Wird es auch Frie- den sein für das. was einst Deutsch- land war? Zwölf Jahre unvorstellbarer Tyran- nei sind zu Ende. Ein Völkerbund in Waffen hat den Nazismus zu Boden geschlagen und das schwer blutende deutsche Volk wird in seiner über- grossen Mehrheit befreit aufatmen. Frei nach 12 Jahren, die für dieses — 21 Volk eine Dantesche Hölle der Knechtschaft, entwürdigender Sklave- rei und des Todes waren. Aus der Fremde sehen wir in scha- m'enhaite Feinen, dorthin, wo wir die tiemiat wähnen. Das Land u- serer Kindheit ut-d unseres Kämpfens. un- serer Freuden und tiefen Trauer. Wir wissen seiue Städte in Ruinen, seine Fluren verödet, sein Volk zu einem Teil durch den Nazismus moralisch verdorben, seine Jugend irregeleitet und ei-tartet. Und wir wissen, dass unsere Getreuen gemordet wurden, wia es auch unser Schicksal gewor- den wäre. Und morgens und abends, bei u.serem ersten und letzten Ge- danken, erfüllt uns tiefes Erbarmen mit unserer Heimat, und der unver- siegbare Hass steigt immer gewalti- ger auf gegen die, die im Zeichen des Hakenkreuzes sie schändeten. Wir ha- ben uns als Sozialisten stets zu dem Deutschland bekannt, auf dessen Lehr- stühlen Männer mit fortschrittlichen Gedanken, sauberem Charakter und fundiertem Wissen saseen; dem der Staatsbürger nicht a^s willenloses Stück Vieh, spndern als mitbestim- mender Faktor im Staatsorganismus galt dem Deutschland der Kant, Schiller, Goethe. Lessing. Beethoven. Mendelsc-hr. Liebermann, Einstein und all der vielen grossen Geister; die der Welt von ihrem Schaffen gaben. Diesem galt und gilt unser Bekennt- n's. Heute gehören dazu, als Grosse und Unsterbliche unseres Volkes, je- ne Abertausende, die auf dem Blutge- rüst des Nazismus ihr Leben opferten für ihre antinazistische Gesinnung, je- ne Mnionei: die in den Zuchthäusern und Konzentrationslagern Freiheit und Gesundheit gaben, weil sie ihrem politischen Ideal eder ihrer Religion die Treue hielten. Das ist das Andere Deutschland, dem unsere Liebe und unser stolzes Gederken gehören. Für d;e=es sprechen w'r. weil es stumm gemachf wurde. Für dieses nochen wir an das Weltgewissen und mahnen die Regierenden, gründlich Schluss zu machen mit jenam menschheitsver- derbenden Gift des Nazismus, damit nicht über Jahr und Tag die Welt aufs Neue verpestet werde. Macht nicht Halt vor den Schlössern, aus denen die führenden militärische» Kräfte der Nazis kamen 1 S teilt nicht die Wachtposten der sattsam bekann- ten "Ruhe und Ordnung" vor die bronzenen Villenponale der Zwii-gher- ren der Arbeit, denn. vg»„ dort iloss das Geld, um die Nazikrieganaschine- rie zu schmieren! Und richtet n cht die Maschinengewehre gegen die Hüt- ten, in denuü die Reste eines Volkes vegetieren, das zuerst Opier des Nazibarbarismus, erstes Schlachtvieh seiner eigenem Reg erung wurde! Aus den Ärbeiterquartieren fliegt den Führern der Demokratien die Hoff- nung entgegen, dass endgültig Frieden und wirkliche Freiheit herrschen stiU len. Das "Dritte Reich der Tausend Jah- re". ist im 13. Jahre zerbrochen. Wir, die Ueberlebei:.den einer besseren Ver- gangenheit unseres Volkes, haben ei- ce riesengrosse Aufgabe vor uns. Die Welt mit uns auszusöhnen, ihr den Glauben an unseren ehrlichen Willen eines brüderlichen Zusammenlebens wieder zu geben und die schweren Wimdet: heilm zu helfen, d e der mör- derische Nazismus ihr schlug. Als Sozialisten sind wir international in unserem Denken^ sind wir Weltbürger im best'« Sinne des Wortes. Als So- zialisten führen wir das Leid eines fremden Volkes wie vrser eigenes. Mö- pe d^rrm. d e Welt, die verständlicher- weise heute noch hasserfüUt gegen uns steht, uns verstehen, wenn wir, das ANDERE DEUTSCHLAND, um Gerechtigkeit nachsuchen für das Neue Deutschland der vollendetes" De- mokratie das wir aufbauen wollen als einen Garerteri des Friedens. Der "Verlorene P-hn" wird n«ch 12iähreren Höllen»ansr. ein würd^s-es *Pr noii.rr vö1Tcorfami1'e werden. Man gebe dem deutschen Volke die Freiheit sein nnlih'<=r*hes und wirt- schaftliches Schicksal se'bst zu ge- stalten. Es wird sei e Würger in al- len Verstecken zu f'nden w'ssen. Und es wird dann, im gemeinsamen Wie- deraufbauwillcr, geläutert in der Weiraglut der vergangenen TvranneL e, ri°ues deutsches Volk über die Grenzen hinweg allen d;e Hände reichen, die aus d'esem Krege ge- lernt und seine verderblichen Trieb- — 22 — "Kräfte auch im eigenen Hause erkannt haben. ßo grüssen wir unsere Heimat. Un- ser*.' Oeau-ken fliegen ihr zu, um ihr zu dienen, als Freie unter Freien. Im DrecK, woher sie gekommen ist. liegt die Hakenicreuzianne. Lasst nun uti- eere Fahne wehen, leuchtend wie das Blut, das für sie geflossen ist. Im Forum der "Vereinigten Staaten Europas", die wir u..s immer als wertvollste Lösung im Sinne des de- mokratischen Zusammenlebens 0er Völker gedacht habet», wird, beschei- den. aber doch axs nicht wegzuwi- schendes Herzstück Europas, das neue aemo&rauscne veutticmand vertreten sein müssen, falls die Parole, "Für die Demokratie", nicht eine leere Phrase gewesen sein soll. Das Nazi- deu^schiand der Agressivität ist tot. Es lebe die deutsche sozialistische Re- publik I Willy Keller — Rio de Janeiro: (Notgemeinschaft deutscher Antifaschisten): DER KAMPF BEGINNT Nach dem ungeheuerem Aufschwung, den die internationale Arbeiterbewe- gung im vergangenen Jahrhundert ge- kommen hat, stehen wir nun einem nient weniger u.geheuren Niedergang gegenüber, dessen Ende noch nicht abzusehen ist. Die Organisationen sind zerschlagen oder dar Staatsgewalt unterwerfen, die oekci-omischen Lehren der grossen Gesellschaftsforscher sind entstellt und von korrupten Interpreten in ihr Gegenteil verwandelt worden, die in- ternationale Solidarität ist zum Ver- brechen herabgewürdigt, und eine bei- spiellose Verhetzung hat den Blick der Ausgebeuteten blind gemacht für die eigenen Notwendigkeiten. Der internationale Faschismus opfert den nationalen Faschismus einzelner Völker, um sich als Institution er- halten zu können. Man überlässt die Befreiung der Menschheit von einem System, dessen Mangelhaftigkeit nun cur genüge erwiesen ist, wieder ein- mal den Trägern dieser Systems. Man versucht den deutschen Faschismus als die angeborene Eigenschaft eines Volkes hinzustellen, anstatt ihn als das Ergebnis einer gesellschaftlichen Entwicklung zu erklären, der auch ei* dere Völker unterworfen sind, wie die nahe Zukunft lehren wird. Tie beabsichtigte Gewaltlösung, die man Deutschland aufzuzwingen ge- denkt, wird keine internationale, po- litische Entspannung bringen, da die sozialen Ursachen, die zu Faschismus und Krieg geführt haben, damit ni-cht beseitigt werden. An dem Beispiel des politisch und militärisch zer- schlagenem Deutschland wird die Menschheit erkerxen müssen, dass nicht die Erbanlage eines Volkes, son- dern eine anarchische Gesellschafts- ordnung Urheberin der sozialen Ka- tastrophen ist, die uns noch bevorste- hen. Wir hoffen, dass allen unterdrück- ten und entrechteten Völkern in al- len Teilen der Welt daraus die Er- kenntnis und die Kraft erwächst, die Gestaltung ihres Schicksals endlich selbst in die Hand zu i..ehmen. Die deutschen Antifaschisten werden in der vordersten Frcnt der Bewegung bleiben, die es sich zum Ziel gesetzt hat. allen Menschen Gerechtigkeit, Würde und Brot zu bringen. Wir setzen v».:s ein für soziale Ver- nunft und menschlichen Anstand. Zu den Geboten des menschlichen An- standes und der sozialen Vernunft gehört es, dass Deutschiri: d den ai de- ren Völkern mit gutem Willen voran- geht und freiwillig ;'edes Opfer brtngt, das dazü beitragen kann, das inter- nationale Vertrauen und die Solidari- tät aller arbeitenden Menschen wie- derherzustellen . Der erste, notwendi- ge Schritt hierzu ist der Sturz der Klassenherrschaft, die Deutschlands Schicksal bisher bestimmt hat, die Aburteilung der Kriegsverbrecher, der Generäle und Indus+rieritter und die Errichtung e'ne sozialistischen, demo- kratischen Ordnung, die die Lebers- rechte der arbeitenden Bevölkerung gegen ihre Ausbeuter o:d Verfolger garantiert. Wir vertreten keinerlei Machtansprü- che. die uns ideologisch oder praktisch mit tien Vertretern des Pangerma- msmus in Verbindung bringen kön- nen. Hii.ter unseren Schultern wird sich kein deutscher oder internatio- naler Faschist verstecken können, um einen Leuen Angriff auf die Frieden heischende Menschheit vorzubereiten. Curt Fabian — Sao Paulo: V-TAG Am Tage, an dem das deutsche Votic und damit die gesamte Menschheit vcti der NazipeSt befiäit. ist. erfüllt uns antifaschistische Deutsche, die wir in Brasilien leben, ein Gefühl tiefer Dankbarkeit gegenüber dem Volke, das uns seit mehr als 10 Jahrein Gast- freundschaft und damit die Möglich- keit, unseren Unterhalt zu erwerben, gewährt. Viele haben hier eine ceue Heimat gefunden und denken nicht daran, wieder nach Europa zurückzu. kehrei.:. Aber die Freude über den Sturz des Nationalsozialismus und die Hoffnung auf eine bessere Zukunft für Europa ist ucs allen gemeinsam. Christa Springmann: AUFGABE DER FRAUEN Der letzte Akt der Wahnsinnstragödi* In Deutschland ist an Ende. Der Vor- hang füllt. Hinter Ihm rauschen Trä- nen und Blut eines getfemütlgten und gemordietei» Vo ke*. Auch wir Fraa«n, und gerade wir, mtteeen uns fragen: Was haben wir ge„ im, um dies alles zu verhindern? Nur ■wenige unter uns haben nicht Mühe und Opfer gescheut, uns alle aufzu- rufen zum Nachdenken, xnr Hiitung n nid Bewachung der Menschlichkeit unter den Menschen. — Wer unter an« für Macht, Krieg und Zerstörung Ist, hat seine besondere Aufgabe als Fron verleugnet. Denn Besitz bedeu- tet nicht Grösse. Die Grösse eines Menschen wie eines Volkes besteht in dem Geist, der Ihm innewohnt. Er ist seine Macht. Wae aber ist das für ein Gellt, der die Frauen, die Trligerfanen und Bewahrcrinnen alles Menschenle- bens sein sollen, dazu verführt, ihre Söhne zu opfern, sie mit Schmerzen und Wie bisher werden wir In aller ©Öf- fentlichkeit und ohne Anspruch auf persönliche Anerkennung den Kampf gegen qo.i Faschismus weiterführen, bis zu dem Tage, an dem Freiheit, Gleichheit ui:.d Brüderlichkeit Ideale Bind, die sich für alle Menschen ver- wirklicht haben. WehmuteYGll gedenken wir der zahl- losen Opfer, die der Kampf gegen den Faschismus gekostet hat, von den iL legalen Kämpfern iij Deutschland und den anderen von den Nazis besetzten Ländern bis zu den Soldaten der al- liierten Befreiungsarmeen, darunter auch denen unseres Gastlandes. Wir hoffen, dass ihre Opfer nicht umsonst 'gebracht sind, dass v'elmehr eine neue Welt aufgebaut wird, in der sich alle Völker bemühen, die schweren Wun- den. die Krieg und Faschismus ge- schlagen haben, zu heilen in gerne«, samer Arbeit und in voller Gleichbe- rechtigung. Mühe zur Welt zu bringen, nwr Qualen zu ertragen nlid Qualen schaffen? Die I-iebe zu »einem Hei- matland i»t eine schöne und grosse Selbstverständlichkeit. Aber sie hat nichts zu tun mit Macht- und Erobe- rimjisgier. Nachdem auch wir Frauen zu bitteret erfahreci haben, wohin leichtgläubiger und törichter Enthusiasmus führt, müssen und wollen wir uns d «zu erzie- hen, denken zu lernen. Wie unsere kleinen Kinder unermüdlich fraeent warum Ist das, und wie ist dies? se werden auch wir erwachsenen Franca in Zukunft beim Auftauchen Jede* Neuerscheinung Im privaten, wie be- sonders auch im sozialen Leben der Menschengemeinschaft forsdhen und sraren nach Ursprung und Ziel dieser Erscheinung. Nur dann können wir, Jamn jede einzelne von uns mithelfen am Wiederaufbau des zerstörtem le- bens in Deutschland. — 54 — Wer von uns die wir dnrek viele Jak. re die Gastfreundschaft verschieden, stcr LÄnder genlessen durften und von den Schrecken des Kriege« nicht be- troffen wurden, sich aufmachen will, atm drüben 'am Wiederaufbau neuen Jüchen« und neuer Gemeinschaft su helf ein, der rüste sich aus mit dem kla- ren Geist denkender Liebet Denn sie Set In Deutschland erstorben; mit dem Geist grosser Geduld! Denn ein Jahr- sehnt der Verheteung und des Gehetwt- wtstln* hait deutsche MÄnner, Frauen und * Heinz Apfeldorf: WARUM HUNGERT DAS Sieben Monate vor der Invasion des Kontinents fand in Atlantic City die erste Konferenz des „Verwaltungsrats der Vereinigten Nationen für Hilfe und Wiederaufbau" (UNRRA) statt. Auf ihr schufen die Vertreter von 44 Nationen die Grundlagen für die er- ste Internationale Organisation, die aus diesem Kriege hervorgegangen ist. Kommissionen von Fachleuten arbei- teten die Pläne aus, die den leiden- den Völkern Europas nach ihrer Be- freiung durch die alliierten Truppen dazu verhelfen sollten, zu einem men- schenwürdigen E asein zurückzufin- den. Die Versorgung mit Lebensmit- teln, Medikamenten und Kleidungs- stücken, die Beschaffung von Saat- gut und Brennstoffen, die Wiederher- stellung des zerrütteten Transportwe- sens und der zerstörten Behausungen umfasste das Sofortprogramm der UNRRA. Der Hilfsplan sollte in Zu- sammenarbeit mit den Regierungen der befreiten Länder, oder, wo diese noch nicht bestanden, mit den alliier- ten Militärbehörden durchgeführt wer- den. Durch diese Zusammenarbeit auf dem Gebiete der Hilfe und Unterstüt- zung könnte die UNRRA ein Paktor von unschätzbarem Wert für die Schaffung einer internationalen, über- staatlichen Organisation der Völker Europas in der Nachkriegszeit gewor- den sein. Eineinhalb Jahre sind seit der Kon- ferenz von Atlantik CUv ver^ang^n. Der Krieg hat mit der Niederlage des 3. Reiches geendet und die Bedingun- gen für eine wirksame Arbeit der UNRRA scheinen gegeben zu sein. Kinder seelisch serstOrts mit de* CMd ganzer Hingabe! Denn denen drüben ist a le* genommen. Mit starken, het- feinden, gütigen Händen müssen wir der Not entgegentreten. In «las Schwelgen des Todes wollen wir Stim- men des Bebens tragen. Lasst ung glauben an unsere Maehtl Lasst ans werden und sein, wna un- ser» natürliche Berufung ist» Hüter und Bewahrer menschlichen L»lir— und der Menschlichkeit! BEFREITE EUROPA? Doch wie liegen die Verhältnisse? Die Rationen in den befreiten Ländern sind weiter so knapp, dass die erhält- liche Nahrung nicht ausreicht, den menschlichen Organismus gesund zu erhalten. Der Schwarzhandel mit Le- bensmitteln und Kleidungsstücken hat einen Umfang angenommen, der den während der Nazibesetzung herr- schenden übertrifft. Brennstoffmangel behindert das Transportsystem und die Arbeit in Industrie und Land- wirtschaft. So berichtet z. B. „Tribu- ne", London: "Die Zahl der UNRRA-Angestellten beträgt heute xrehr als 2000, doch gleichzeitig leiden Millionen in Europa unter Mangel an Nahrung, Obdach und Medikamenten. Viele der Darbenden sterben. las amerikanische Mitglied des UNRItA.- Rates berichtete letzten Herbst in Montreal, dass 10 Prozent der Bevöl- kerung von Rom das Ende dieses Jah- 1 res nicht mehr erleben werden. Das- selbe gilt für Griechenland. Dalmatien und Teile von Frankreich, Belgien und Holland." Was tut die gewaltige Organisation, die die UNRRA aufgebaut hat? War- um konnten die sorgfältig ausgearbei- teten Pläne nicht in die Praxis um- gesetzt werden? Ende 1943 erhielt der nordamerikani- eche Krie°r*sekretär vom Präsidenten Roosevelt Weisungen, in denen den Militärbehörden die Verantwortung für die Hilfeleistungen in den befrei- ten Gebieten übertr^en wurde. Da- durch wurde der UNRRA der Boden unter den Flisspn entzogen. Militäri- sche Stellen befassten sich nun mit — 35 — i den Aufgaben, die vorher die UNRRA beschäftigt hatten und stellten neue Richtlinien auf. Es wurde ein Zeit- raum von 6 Monaten militärischer Be- setzung als Grundlage für die Kal- kulation der Bedürfnisse der Zivil- bevölkerung angenommen. Die Zah- len, die die Militärbehörden ausarbei- teten, lagen weit unter denen, die die interaliierte Experterkommission als Minimum festgesetzt hatte. Auf dem Gebiet der Ernährung kam man z. B. auf die Zahl von 2000 Kalorien pro Tag als Lebensminimum der Zivilbevölke- rung. (England und USA wählend der Kriegszeit: 2300 und 3400 Kalorien). Dem Generaldirektor der UNRRA wur- de mitgeteilt, dass die Militärbehör- den nicht bereit seien, auf Vorhaltun- gen der UNRRA über Quantität oder Qualität der Hilfslieferungen nach be- freiten Gebieten während der Zeit der militärischen Besetzung einzugehen. Die Beschlüsse der Militärbehörden bezüglich der UNRRA wurden den alliierten Regierungen und der Oef- fentlic'nkeit so lange wie möglich ge- heimgehalten. Folgende offizielle Mit- teilung des nordamerikanischen Büros für Kriegsinformation wirft ein be- zeichnendes Licht auf die Art und Weise, wie die UNRRA von den Re- gierungen der Grossmächte behandelt wird. Sie lautet: Wenn auch die Ver- einigten Staaten das grösste Interes- se an den Angelegenheiten der UNRRA haben, intervenieren sie je- doch nicht zu ihren Gunsten, tun cie Erteilung von Soviet-Visen für UN- «, RRA Personal zu erreichen. — (Be- kanntlich mussten ca. ein Dutzend UNRAA-Angestellte mehrere Wochen vergeblich auf diese Visen warten). Als die erste UNRRA-Konferenz statt- fand, übersahen nur wenige, dass die wahren Mächte hinter der Organisa- tion die Behörden für Zivilproduktion, Rohstoffverteilung und Schiffsraum- kontrolle sein würden; und als der Beschluss gefasst wurde, dass niemals Unterstützungslieferungen als politi- sches Druckmittel benutzt werden dürften, ahnte man nicht, dass die politischen und militärischen Behör- den der UNRRA ein solches Vorgehen ersparen würden. In Belgien wurden die Fettrationen erhöht, als die Pier- lot-Regierung vor dem Fall stand, um so ihre Stellung zu stützen. In Griechenland wurden die reaktio- nären Streitkräfte mit Lebensmittel- lieferungen bevorzugt. In Italien wur- de die Bildung einer linken Regierung durch Drohung mit Reduzierung die- ser Lieferungen verhindert. Seit Jahren wird jede Massnahme, die dem Sinn dieses Krieges zuwider- läuft, mit "militärischen Notwendig- keiten" begründet. Aber je näher der Sieg rückte, desto weniger wurde diese Begründung geglaubt. Immer deutli- cher tritt das Bestreben zu Tage, mit Hilfe der militärischen Autorität die politische Entwicklung Europas wie- der auf die Gleise zu bringen, die e» ins Verhängnis geführt haben. Nur wenn es den fortschrittlichen zivilen Behörden und Organisationen gelingt, die Aktivitäten der Militärs auf ihre eigentlichen Aufgaben zu beschrän- ken, wird es iröglich sein, die in der kritischen Phase des Krieges geschaf- fenen Pläne durchzuführen, die da- mals die Zeiten nach dem Siege so verheissungsvoll erscheinen liessen. SIE VERFLUCHEN DIE "BRAUNE PEST" Aus Aachen schreibt William Shireir, der Verfasser des Buchea "Berlin Diary", In "Daily Herald": "Die zurückgebliebenen Deutschen stöbern In den Ruinen nach ihrer Habe und verfluchen die "Braune Pest". Der Name Hitlers wird nur mit einem Fluch ausgesprochen. In Gesprächen mit mir bleiben sie steif und fest dabei, das» viele Millionen jenseits des Rheines) ebenso denken, und dass sie alles, was die Alliierten mit ihnen vorhaben könnten, einem Götterdämmerungsuntergang mit den Naziführern vorziehen würden. Ich fand sehr wenige Anhaltspunkte dafür, dass unser Verharren auf bedingungsloser Kapitulation oder die Veröffentli- chung der Pläne Morgenthaus oder Lord Vansittarts für einen harten Frieden die Deutschen zum Kampf bis zum Letzten antreibt. Die allgemeine Einstellung echeünfc eher zu sein, dass jeder Friede besser ist als die Fortsetzung des Krieges". — 26 — Dietrich Kipper: WAS IST SCHULD? (Von der Kausalität — und "Die Zeit ist gekommen, wo um der ganzen schmählich misshandelten Menschheit willen Europa am eigenen Leibe die furchtbare Sinnwidrigkeit dessen, was man Nation nennt, in ih- rem vollen Umfange spüren muss." — Diese Worte schrieb der indische Dien terphilosoph unter dem Eindruck des ersten Weltkrieges. Aber die Völ- ker Europas, und noch viel weniger die Regierenden hörten ja nicht ein- mal auf die donnernde Stimme des Zeitgeistes, der durch die ehernen Münder von tausenden Geschützen sprach, geschweige denn noch auf die schwache Stimme der wenigen Beson- nenen, unter denen Tagore mit an er- ster Stelle stand. — Zu sehr waren in diesem blutigen Kriege Hass und Lei- denschaft aufgewühlt und genährt worden, zu wenig aber waren Verstand und Wille der Menschen selbst durch ein vierjähriges gemeinsam erdulde- tes Leid bewegt worden, um die tren- nenden Schranken niederzureissen. die ein ..sinnwidriger" Nationalismus auf- gebaut hatte. Anstatt einen dauerhaf- ten Frieden zu sichern, begnügte man sich mit einem Waffenstillstand — an- statt die Axt an die Wurzel der Uebel zu legen, bekämpfte man die Sympto- me — und suchte die Schuldigen. Drei Jahrzehnte später, und wieder geht ein Kriegsdrama zu Ende, das jahrelang die ganze Mensc heit in angstvoller Spannung hielt. Weit un- geheuerlicher als damals waren die Menschenopfer, die der gegenwärtige Krieg forderte, viel schrecklicher die Zerstörungen, die deutlich zeigten, welch furchtbare Mächte unsere mo- dernem Wissenschaften den Menschen in die Hände geben. — Klarer und deutlicher aber auch trat im Verlauf dieser Weltkatastrophe die Ehtwick- lung zutage, die in gerader Linie vom Nationalismus zum Eestialismus führ- te. — Ein eindringliches Mene Tekel, warnend und drohend zugleich. Wieder einmal. . in entscheidender Stunde, schüttelt der Zeitgeist die Falten seiner Toga: Habt ihr genug — wollt ihr den Frieden? — An die dem Sinn der Geschichte) Völker ist diese Schicksaisfrage ge- richtet — an die Völker der ganzen Welt. Sie sind es, die in erster Linie die volle Schwere des Krieges sowohl unmittelbar als auch die Folgeer- scheinungen zu ertragen haben. Sie stellen die Massen für die Kampfdi- visionen, die — den Befehlen irgend eines Führers gehorchend — zu mor- den und zu sterben haben. Ihre fleL ssigen Hände sind es, die anstatt nütz- liche und segenbringende Kulturaroeit zu leisten und Städte und Heime auf- zubauen, die furchtbarsten Mittel für Zerstörung derselben produzieren müs- sen. — Sie sind es aber auch, die aus Gleichgültigkeit. Trägheit oder Dumm- heit selbst die Ketten schmiedeten, die sie an ihr gegenwärtiges Schicksal fesseln. — Hierin liegt, was an der Auiiassung von der Kollektivschuld der Menschheit als berechtigt er- scheint, und was der Weltgeschichte die Bedeutung eines Weltgerichtes gibt. Wird die Menschheit heute die Zei- chen der Zeit verstehen? Wird sie den. Widersinn der „nationalen" Idee und noch so vieler anderer Ausdrucksfor. men menschlicher Unvernunft begrei- fen? Wird sie die hinreichend scharf markierten Wege erkennen, die sie ei- ne lange leid volle Vergangenheit hin- durch immer tiefer führten, um zu- guterletzt in den faschistischen Sumpf einzumünden — und wird diese letzte Lektion hart genug sein, dem Ver- stand die entsprechenden Willensim- pulse zu geben, um endlich aus diesem Kumps herauszukommen? In nationalen Kreisen wurden Kriege immer als hervorragende Entwick- lungsfaktoren seprie^en. und die Ehr- ziehung zur Kriegstüchtigkeit betrach- teten alle Nationen als iure vornehm- ste Aufgabe. „Kulturdünger" wurde das geflügelte Wort, und man tat sich viel darauf zugute, diese Auffassung, unter Berufung auf Darwin als wis- senschaftlich fundiert anzusehen. — Der Weltkrieg von 1914 ri^m^e aber diese Stimmen schon erheblich, und vor dem Grauen des gegenwärtigen — 27 — dürften auch die begeistertsten Apo- logeten verstummen — es sei denn, dass man den kulturfördemden Faktor des Krieges gerade in seiner negativen! Seite sucht und den Krieg als eine ab. schreckende Demonstration dessen an- sieht, was überwunden werden soll. In dieser Hinsicht erfüllten die Nazis ih- re geschichtliche Aufgabe in einer Form, wie sie eindrucksvoller kaum vorstellbar ist — und wenn ausge- rechnet die Naziführer sich als die wahren Verteidiger der Kultur hin- stellen, so ist dies das kennzeichnend- ste Merkmal ihrer bestialischen Kul- turauffassung. In der Tat, will man für dieses Kulturniveau noch Paralle- len suchen, ?o muss man schon auf je- ne Zeiten zurückgreifen, wo die Men- schen noch in nalbwildem Zustande umherschweiften, wo das Faustrecht noch die alleingültige Rechtsform war, wo politische und soziale Begriffe noch im embryonalen Zustande sich befan- den, und die Menschen den geselligen Verkehr mit ihresgleichen nur suchten, um die Raubbeute besser erjagen zu können. Man gelangt da5-er auch zur treffendsten Definition des Naziregi- mes, wenn man die ganze Minderwer- tigkeit der sogenannten asozialen Ele- mente auf den nationalsozialistischen Staat überträgt. Wie der Asoziale in skrupelloser Selbstsucht nur die Be- friedigung seiner eigenen Gelüste sucht, unbekümmert um das Wohl sei- ner Mitmenschen. Recht und Gerech- tigkeit brutal mit Füssen tretend — so stellt auch der nationalsozialistische Staat — durch Dlut und Tränen wa- tend, über Millionen von Leichen schreitend, sein eigenes Wohl über al- les in der Welt. — Solche Mentalität steht zu tief unter den Niveau unse- rer heutigen menschlichen r mknor. men, als dass darüber zu diskutieren Wäre; auch die Tatsache, dass ein so prominenter Denker wie Nietzsche, der ,,Summus Philosophus" der Nazis, eine solche Gedankenwelt in geistrei- cher Form propagierte, kann diese Stellungnahme nicht erschüttern. — Die Bedeutung der Nazibewegung liegt nicht in ihrer politischen oder welt- anschaulichen Ideologie, diese ist so verwaschen und verworren, dass es kaum iröglich ist, sie auf einen poli- tisch sinngemässen Terminus TechnL cus zu bringen. Das wahre Wesen die- ser Ideologie ist daher auch nur aus i-hren materiellen Niederschlägen zu erkennen, wo der teuflische Ursprung dieser Ideologie auch hinreichend le- gitimitiert erscheint. — Vollständig gleichgültig bleibt hierbei, ob wir von Nazis, Faschisten oder Falangisten — ob wir von .,Erwachenden" oder der „Eisernen Garde" sprechen — man kann diese Liste noch beliebig erwei- tem — in jedem Falle sind die Na- men nichts anderes als Symbole einer abgrundtiefen moralischen Verkom- menheit. Trotzdem tauchen mit dem Faschis- mus eine Menge Probleme auf. Sie wohnen dem Faschismus — wenn man von der kriminal-psyc alogischen Sei- te absieht — nicht selber inne. wohl aber wurden sie durch die weitere Ent- wicklung desselben aus ihrer Latenz gerissen und in höchstem Masse ak- tuell. Alle die Probleme aber münden letzten Endes in ein einziges Grund- problem: Dass eine Bewegung so völlig inhaltlos an ideellen Werten, und de- ren Ziele offen und selbst eingestan- denermassen auf die völlige Zerstö- rung der wertvollsten ethischen und politischen Kulturgüter der Mensch- heit gerichtet waren— dass eine sol- che atavistische Bewegung auf der ei- nen Seite soviel Aufnahmebereitschaft, auf der anderen soviel passive Gleich- gültigkeit fand, dass sie eine Weltge- fahr werden konnte, dies ist das ei- gentliche Problem, das aus der furcht- baren Tragik der Begebenheiten her- ausquillt. Von der klaren Erkenntnis dieses Prob- lems hängt natürlich auch die einzi- ge Lösung ab. und somit auch die de- finitive Ueberwindung dieser Weltge- fahr. Das Problem der Nazibewegung zu klä- ren, d. h. die ursächlichen Zusammen- hänge dieser Erscheinung aufzuzeigen, ist heute ein eifrigst behandeltes The- ma vieler Arbeiten — allerdings von sehr ungleichen Werten. Neben brauch- baren Erklärungsprinzipien, die der Bedeutung des Naziproblems durchaus gerecht waren, fehlt es leider auch nicht an solchen, die das Problem to- tal verschleiern, sei es aus Mangel an Tiefblick — oder aus bösem Wil- len. Man kann hier zwei Hauptgruppen un- terscheiden. Die eine, die ihr Haupt- 28 — atigeniherk auf den in die Erschei- nung tretenden verbrecherischen Wil- len richtet, während die andere ihre Aufmerksamkeit der Welt zuwendet, in der dieser Wille reifen und sich be- tätigen konnte. — Für die eine ist die Nazibewegung eine kriminelle Ange- legenheit, für die andere ein gesell- schaftliches Problem, dem auch der kriminelle Fall einzuordnen ist. — Und wie die eine Gruppe notwendi- gerweise den verbrecherischen Willen auf das ganze deutsche Volk übertra- gen muss, so kann die andere mit ih- rer kausalen Betrachtung unmöglich bei Deutschland Halt machen; — die Bewegungsgesetze der menschlichen Gesellschaft lassen sich nicht willkür- lich abgrenzen, sondern umfassen die ganze Weit. Auch im vorigen Weltkrieg war dieses Problem — Schuld oder Ursache — eine heissumstrittene Frage und leider war es der uneingeschränste einseitige Schuldspruch von Versailles, womit man von vornherein jeder vernünfti- gen Einsicht den Weg versperrte. Na- türlich ist es nicht so, dass dieser Schuldspruch nun unvermeidlich den jetzigen Konflikt provozierte. Eines aber ist sicher: Wäre damals das Pro- blem des Krieges nicht in die enge Form einer Schuldfrage gekleidet wor- den — hätte man 1918. anstatt die „Schuldigen" zu suchen, die Kausal- frage der Schuldfrage vorangestellt, und auf dieser Basis die Friedenssi- cherungen getroffen — die jetzige Weltkatastrophe wäre der Menscüxieit erspart geblieben. Auch heute steht die Schuldfrage wie- der an erster Stelle aller Erörterun- gen, die sich auf die Friedenssicherun- gen der kommenden Zeit beziehen. Leider ist es so. dass die Schuldfrage dem primitiven Denken heute eine viel einfachere zu sein scheint, als in dem Konflikt von 1914. Der vorige Weltkrieg — so kann man sagen — war das Produkt einer allge- meinen imperialistischen Entwick- lungsperiode, wodurch die Schuldfrage zwangsläufig in eine Geschichtsanaly- se einmündet, die eo tief in den Kau- salnexus der europäischen Staaten- u. Gesellschaftsentwicklung führt, dass die auslösenden Willensakte Einzelner, wie etwa die Schüsse von Sarajewo oder die Mobilmachungsorders der ein. zelnen Monarchen ihrer besonderen Bedeutung entkleidet werden — und nur als Schlussakte einer mit Notwen- digkeit auf internationale Konflikte hinsteuernde Entwicklung anzusehen sind. Tie Vorgeschichte des gegenwärtigen Krieges zeigt eine viel klarere Ent- wicklungslinie. Die einzelnen Etappen rollen so markant und in solch rapi- der Folge vor unseren Augen ab, dass sie als ursächlich zusammenhängende Glieder eines Ganzen klar erkennbar sind. War der vergangene Krieg das Pro- dukt einer Entwicklung, die durch ein unsinniges Wettrüsten aller europäi- schen Grossmächte gefördert wurde, so war es jetzt das nationalsozialisti- sche Deutschland, welches ganz spon- tan eine Rüstungskampagne einleite- te und auf ein Mass steigerte, das nicht nur etwa ein internationales Gleichgewicht anstrebte, sondern ge- radezu auf eine omnipotente Ueberle- genheit gerichtet war. War es vor 1914 vielleicht weniger auf den Krieg gerichteter konkreter Wil- le. als eine durch die Entwicklung der Dinge vorausschauende Unvermeid- lichkeit des Konfliktes, die das Wett- rüsten der Nationen motivierte, so war die verbrecherische Politik der Nazi- führer ganz unverkennbar eine auf den Krieg gerichtete, bewusst gewollte Zielstrebigkeit. Es ist daher auch verständlich, wenn bei der Schuldfrage der unbefangene Blick in erster Linie an diesem Tat- bestand hängen bleibt, weil hier die Begebenheiten als unmittelbare Wil- lensakte so aufdringlich in den Vor- dergrund treten, dass die einzelnen Phasen ihres Werdens — sowohl im Reifeprozess des Willens als auch in seinen Realisierungsmöglichkeiten — verdunkelt bleiben. Hier haben wir die typische Konstruk- tion des „kriminellen Falles"; es ist der Standpunkt des Straf rieh ters, der geltend gemacht wird. Das Untersu- chungsobjekt für die Beurteilung des Kriminals alles ist allein der verbre- cherische Willensakt. Die psychologi- schen und materiellen Bedingungen bilden nur insoweit Gegenstand der Untersuchung, als sie der Charakteri- sierung des Willens dienen. In Hinsicht auf die strafrechtliche Be- 29 — trrteilung tpid Verfolgung der Naziver- brechen ist dieser Standpunkt zweL feilos richtig — und wollten die Nazi- führer Milderungsgründe für sich et- wa aus der nationalen Psyche herlei- ten, die ihr Tun motivierte, oder etwa daraus, dass die gesellschaftlichen Um- stände ihre verbrecherische«. Pläne so hervorragend begünstigten, so würde diese Verteidigung sicher wenig Ein- druck machen. Wesentlich anders aber liegen die Din- ge. wenn der Historiker die Vorgänge vom Standpunkt ihrer geschichtlichen Bedeutung aus betrachtet — und so- mit den „Fall" dem ganzen Umfange seiner kausalen Bedingungen gezä's untersucht. Für den Kriminalfall mag es angehen, aus der Masse der Bedin- gungen den verbrecherischen Willen als Fauntbedirig'ung herauszugreifen, für die Konstruktion des Geschichts- verlaufs ist dies unmöglich. Jeder ein- zelne Faktor ist kausal bedingt, man kann nicht einen herausnehmen. ohne das Ganze zu gefährden. Auch der konkrete Wille ist keine absolute und unveränderliche Grösse, sondern das verdichtete Produkt eines „sukzessiv Gewordenest" — und alles Gewordene kann nur kausal begriffen werden! Aber selbst wenn wir die Willensbil- dung aus der strengen Kausal^esetz. Tchkeit herausnehmen und einen so- genannten ,,freien Willen" annehmen wollten — was häufig sreschieht — so kommen wir damit immer noch nicht um die ausschlaggebende Tatsache her- um, dass die Objektivierung des Wil- lens nur unter entsprechenden kausa- len D?din2rungen möglich ist. nip^e Bedingungen aber liegen in der geSeil- schaftlichen Welt — und nur diese ist es, die der Willensobjektivierung Form und Gestalt gibt. Eine kritische Analyse des Schuldpro- blems mündet also auch hier mit logi- scher Notwendigkeit in die Erkenntnis, dass die vpr^rp^hfricche WilleT=rich- tung der Naziführer, soviel grauen- volle Bestialität auch hier zutage tritt, doch nur die eine Seite des Pro- blems — die kriminelle — enthüllt, und bei weitem nicht ausreicht, die gegen- wärtige Weltkatastrophe sowohl m ih_ rem Umfang, als auch in ihrer ge- schicMlichpn P-p^mitung 711 p**Mär n. Wie der Pestbazillus an und für sich eine bedeutungslose Einzelerscheinung bleibt und nur unter ganz bestimm- ten — äusseren — Bedingungen eine Seuche entfesselt, so müssen wir auch ausser dem Nazibazillus die Elemente betrachten, an denen dieser seine ver- seuchende Wirksamkeit entfalten konnte. Diese Elemente aber lagen in der Struktur, und der hiermit in un- mittelbarem Zusammenhang stehen- den Mentalität der gesellschaftlichen Welt. Geschichtliche Bewegungen sind Er- scheinungen, die kausal aus dem Ent- wicklungsprozess der gesellschaftli- chen Denk- und Lebensformen heraus- wachsen. Uiese Erkenntnis muss grundlegend werden für unsere Auffassung des ge- genwärtigen Weltkonfliktes. — und insbesondere für die Gestaltung der Zukunft. Die Bedeutung der Ideen geschichtli- cher Persönlichkeiten soll hierbei durchaus nicht ignoriert werden, aber sie bilden nicht — wie Hegel meinte — die wirkenden und bewegenden Kräfte in der Geschichte, sondern die gestaltenden — und auch dies nur in- soweit, als es das zur Verfügung ste- hende Material gestattet. Alle Ideen, mögen es verbrecherische oder heilige sein, müssen notwendiger- weise versanden, wenn ihre Zeit nicht reif ist, d. h. wenn die Entwicklung des gesellschaftlichen T.e'^p^s nicht <^en entsprechenden Nährboden vorbereitet hatte. ..Revolutionen können nicht ge- macht werden" — diese Auffassung drückt den geschichtlichen Sachver- halt sehr richtig aus. Aber dieses gilt nicht nur für Revolutionen, sondern für alle geschichtlichen Bewegungen, und natürlich auch für alle kriegeri- schen Konflikte. Allerdings sind die Entwicklungsbedingungen hierbei mei- stens sehr verschieden. Während l»ei sozialen Revolutionen z. B. die gesell- schaftlichen Verhältnisse die Massen aktivieren, und diese Aktivität es ist, die eine revolutionäre Bewegung ermöglicht, ist es bei imperialistischen Kriegen meistens die durch die ge- sellschaftlichen Urr stände gebildete Passivität r,°'' die rite Dinge den Konflikten teilnahmslos zutreiben lässt. Die kriegerische Aktivität der Massen, die als nicht hinwegzudenkende Er- scheinung des Krieges selbst stutage — 80 — tritt, ist im Grossen und Ganzen die zwangsläufige Folge einer vorhergegan- genen Passivität. Wieviel Leid wäre dem deutschen Vol- ke erspart geblieben, wäre die Regie- rung aer Weimarer Republik der auf- strebenden Hitlerpartei gegenüber nicht so passiv gewesen, als man die- ser Bewegung mit Leichtigkeit noch Herr werden konnte. Damals konnte die Regierung noch, was sie nicht woll- te — später wollte sie, was sie nicht mehr konnte. Derselbe Vorwurf trifft natürlich auch das deutsche Volk, das teilnahmslos der Passivität der Regierung zusah. Aber derselbe Vorwurf trifft auch die ganze übrige Welt. Wie die Regierung und das deutsche Volk es unterliess. Deutschland zu retten, als es noch Zeit war, so unterliessen es die Regierungen und die Völker der übri- gen Lär:^ riprr? """'putschtum schweren Schaden 7<7ügd wird gescheut, um Anhän- ger zu gewinnen, die das eigene La*-d ohne es zu wissen, für die Beherr- schung durch Hitler und die Natio- nalsozialisten reif machen seilen. Und die Deuvscnen in aller Welt sollen missbrautiht werden gegen die Gast- länder. in denen sie leben. Hitler und die Nationalsozialisten sind: Die Verderber Deutschlands, die Fe»..de Europas, die Brandstifter in aller Welt. Nur ihre Niederlage kann Deutsch- land befreien, Eurupa den Frieden ge- ben und die Bahn frei machen für den friedlichen Aufstieg der Mensch- heit. In der Stunde, in der Hitler den Krieg entfesselt, jq dieser furchtbar ernsten S :u. de muss die Stimme des anderen Deutschland laut und vernehmlich er- klingen. Die Stimme des Deutschland, das der Welt unsterbliche Werke der Wissenschaft und Kunst geschenkt hat, des Deutschland, das mitarbeiten will im edlen Wettstreit der Nationen für den mer. schlichen Fortschritt, des Deutschland, das von Hitler geknebelt und verfolgt wird. Dieses andere, dieses wahre Deutsch- land erklärt auch hier in Argentinien durch unseren Mund: Wir haben •.Vichts gemein mit Hitler und der na. ticnalsozialistischen Diktatur, sie sind unsere Todfeinde, weil sie die Tod- feinde der Freiheit und Menschlich- keit, die Todfeinde Deutschlands nryf des deutschen Volkes sind. Wir sagen in dieser Stunde den Ar- gentinern: Wir haben euch gedankt für euere gastliche Aufnahme, indem wir ?ms gegen die Umtriebe der Nazis zur Wehr gesetzt haben als bewusste po- litische Gegner ihrer verderblichen Lehren w-d ihrer gefährlichen Ziele. Wir bitten euch heute: Verwechselt wortungsvollen Vertreter des anderen des wahren Deutschland, dem trotz allem die Zukunft gehören wird. Wir fühlen uns dabei als die verant- nicht die Hitlerdiktatur mit Deutsch- land! Verwechselt nicht die National- sozialisten mit den guten Deutschen! wir vereinigen unseren Ruf mit dem Ruf aller Menschen, die guten Wil- 34 — lerus sind in allen Ländern und Brd- teilen: Nieder mit Hitler! Nieder mit dem Nationalsozialismus! ZUM KRIEGSAUSBRUCH September 1939 Alfred Rosenoerg, Hitlers Lehrer und geistiger Berater, hat in seinem "My- thos des 20. Jahrhunderts" geschrie- ben: "Ein Kampf gegen den Staat an sich kann zum Beispiel eine Zeitlaug eju berechtigtes antinationales Gepräge tragen, wenn er nämlich vcn rassisch bewussten Herrencharakteren und nicht von Ki.echt&iaaturen geführt wird... Bismarck sagte einmal, ein Staat, der ihm das Eigentum nehme, sei sein Vaterland nicht mehr. Das war die Absage eines Herrn." (Rostn- bdrg. Mythos des 20. Jh., S. 543;. Für Rosenberg gelten die Pflichten ge- gen zeki des Faschismus vernichtet und dl? sozialistische Neuordnung durch- führt. Die Naziinvasion in Russland, der Wie- dereintritt Russlands und der Drit- ten internationale fci die antifaschi- stische Front kann mehr als eine neue Phase des Krieges bedeuten. Er kann das Gesicht des Krieges und sei- ne Perspektiven Ändern, falls die un- geheuere Probe, der Russlard jetflt unterworfen wird, dazu führt, das* 'Russland den Weg zurückfindet vo» der st allnachen Apparatdiktatur su den len in sehen Prinzipien der Okto- berrevolution. Zn Ami russischen Siegen Winter' 1861 -42 Januar 1942 Nichts hat seit Beginn des Krieges die Herzen aller freiheitlichen Men- schen der Welt so begeistert, wie die Die Vierte Freut 3*ege, mit tieaen die russischen Hea. re das furchtbare Jahr 1941 abschlis»- een. September 1943 Eine Vierte Front zur Bekämpfung des Faschismus ist notwendig. Damit meinen wir die Front der arbeitenden Massen in aller Welt, die grundsätz- lich nicht cur Gegner des Nazismus und Faschismus, sondern auch seiner monopcl- and krisenkapitalistiachea Wureeln sind. Sie ist heute notwendi- g-x als je, um den erfosd erliefe# ruck auf Kriegführung PMM der angelsächsische« Mächte ausza- hlten, um deaa revolutionären Wider- stand im unterjochten Buropa un4 to Deutschland selbst zu verstärken, um der Sowjet-Uniui in ihrem Kampf zu helfen. Darüber hinaus aber ist diese Front unentbehrlich, damit die Sache der Menschheit, nicht nur den Krieg, son- st euer Weltkrieg; oder neue Welt? 15. 7. 1943 Hitlers tausendjähriges Reich steht nach zehn Jahren vor dem Zusam- menbruch. Aber diese zehn Jahre sind unauslöschlich eingezeichnet in der Geschichte der Menschheit. Schamlos erhob sich in ihnen die Lüge; schran- kenlos herrschte die Gewalt, zunächst gegen die Wehrlosen in Deutschland, dann gegen die Nachbarn, um schliesslich Europa und die Welt in. grauenvolle Zerstörung und Vernich- tung zu stürzen. Aus Blut und Tränen, aus Angst und Grauen, in die eine durch Gleichgül- tigkeit und Herzensträgheit schuldi- ge Menschheit hl. eingerissen wurde, erstand millionenfach der Schrei: Nie wieder! Eine neue Ordnung muss un- ter den Menschen geschaffen werden, die eine Wiederkehr des Furchtbaren unmöglich macht. — Und die führen- den Staasmänner der grossen mit Hitlerdeutschland und seinen Verbün- deten im Kampf stehenden Mächte machten sich zu Wortführern dieser Massenstimmung, indem sie erklärten, den Krieg für Recht und Freiheit, für Demokratie und Sicherheit zu führen. Je mehr aber der Sieg über die Ach. senmächte in greifbare Nähe rückt, um so mehr verstummt die frohe Bot- schaft von der neuen Ordnung und von der Freiheit der Welt, um so mehr verklingt der Appell an alle Men- schen guten Willens, an solchem Neu- bau mitzuwirken. Statt dessen lassen sich — direkt oder durch ihre Mittelsmänner — immer ungescheuter und misstönender die Stimmen der Hehler und Mitschuldi- gen vernehmen, die Stimmen derer, die durch wohlwollendes Zusehen oder gar durch bewusste Förderung Mussolini und Hitler die Wege ge- bahnt haben, damit s e ohne Hinder- nis ihren Marsch gegen Kultur und Humanität in das Blutmeer des Welt- kriegs durchführen konnten. So tat dem auch den Frieden gewinne dun*, die Vernichtung nicht nur des Fa- schismus, sondern auch durch die Beseitigung seiner wirtschaftlichen und gesellschaftlichen Ursachen. man, weil man in ihnen die Hüter einer Ordnung erblickte, die die kapi- talistische Ausbeutung und Klassen- herrschaft vor dem • Umsturz", d. iL vor einer sozialistischen Neuordnung Sicherve... Wenn mit dem Krieg der Welt gegen die faschistischen Aggressoren zu- gleich auch der Frieae für die Welt gewonnen werden soll, dann müssen sich alle moralischen und alle gesell- sehaftliehen Kräfte des Neuen, die Macht des Zukunftsglaubens und des Zukunftswillens, die leitende« Kräfte der leidenden Massen des arbeitenden Volkes über die Grenzen der europäi- schen Länder hin zusammenfinden, um auf den Trümmern des alten Eu- ropa die Fundamente für das neue Europa zu legen.__ FRANKREICH-HILFSWERK Quittung der eingegangenen Beträge Margot Rhodin .................10.— Ernst StacJtlleth, Florida ............20.— Spangentiaal ..................................10.— Rejunard ............................s.— E. G....................................................20.— Dr. Alfred Dang ......................10.— N. N.................................10.— Doris Dauber ................................5.— W. L. ...............................................20..— Bestvater, Rio Negro ..................7.— Fiesta Loewi ..................................15.— Alfredo Gelberg ..................1.— Mäximo Follak. Lomas de Zamora ......................................5.— Enrique Schmidtke ....................5,— Re ichsb amermann .................1.— Bibersdorf ......................5.— H., La Plata ....................................50 — Sra. Schulze ..............................30.— Schlund ........................................10.— Dr. Krapf ........................................100.— G. Berthold ....................................18.— Ric. Wermer ......................20.— Luzian, Chascomüs........................5.— Total Lista 2 ....................382.— Lista 1 ............... .......116.50 498.50 Lichtblicke In Oesterreich ist eine Koalitionsre- gierung der antifaschistische!:! Par- teien geschaffen worden, d. h. der So- cialisten, Kommunisten und des demokratischen Flügels der Christ- licnsoziaicn. Dar reformistische So- cialdemokrat Karl Renner wurde Mi- nisterpräsident. der sozialdemokrati- sche General Körner Bürgermeister von Wi Damit scheinen die Pläne über drei- geteilte Besetzung von Oesterreich und Wien durch die Initiative der siegreichen Russen erledigt. Die Zu- samnu-. arbeit von Sozialdemokraten und Kommunisten ist hocherfreulich und sollte ein Vorbild für Europa sein. Mussolini und seine Minister sind von den siegreichen norditalienischen Ar- beitern erschossen worden, ttatt die Verbrecher den Alliierten zwecks Prozessierimg unter Wahrung aller formaljuristischen Spitzfindigkeiten auszuliefern, haben die Arbeiter eine Schnelljustiz geübt, die dem Volks- empfinden und einer höheren Gerech- tigkeit entspricht, als es die der Para- graphen ist. In England haben bei den letzten drei Nachwahlen die Linkskandidaten die vom Regierungsblock unterstütz- ten konservativen Kandidaten geschla- gen. In Shelmsford, wo die letzte Nachwahl stattfand, hatte der Kon- servative 1935 einen Vorsprung von 16.000 Stimmen vor dem Arbeiterkan- didaten. Diesmal siegte die Opposition mit 6400 Stimmen über den von Chur- chill offiz eJ unterstützten konservati- ven Kandidaten. Bei den Probe-Parlamentswahlen der englisch-n SoIJaten haben fast überall die Kandidaten gesiegt, die unter der Parole "Die Macht den Arbeitern und Sozialismus heute" aufgestellt wur- den. Ueber die indische Freihi Eisbewegung hat Vijaya Laksimi Pandit. die Schwe- ster des nächst Gandhi populärsten sozialistischen indischen Führers Neh- ru, der zur Zeit im Gefängnis sitzt, in einem Vortrags in New York gesagt: "Wir kämpfen nicht nur für die Frei- heit des Volkes in unserem eigenen Lande, sondern für die Freiheit der Menschen in aller Welt, weil wir wis- sen. dass es heute keine Freiheit ge- ben kann, wenn nicht alle Menschen in allen Teilen der Welt als gleichbe- rechtigt erklärt werden". Die englischen Geweskschaflien hat- ten Anfang dieses Jahres 8.100.000 Mitglieder, davon 1,900.000 Frauen. Das bedeutet seit Beginn des Krieges eine Zunahme von 20 Prozent bei den Männefu und von über 100 Prozent bei den Frauen. Der Mitgliederzurwacha hält an. In Kanada haben die beiden Ge- werkschaftscrganisationen, die etwa denen in USA entsprechen, ihre Mit- gliedschaft in den letzten Jahren um 50 Prozent (AFL) und um 160 Pro- zent (CCL) auf 243.000 und auf 200.000 gesteigert. Die 1932 gegründete politische Organi- sation der Arbeiter und Farmer (CCF). die ein sozialistisches Pro- gramm vertritt, hat überraschend grosse Erfolge und teils die Mehrheit in den Provinzialwahlen errungen. Bei den Munizipalwahlen in Frank- reich. bei denen zum ersten Mal die Frauen mitwählten, hat die Linke ge- siegt. Sozialisten. Kommunisten und die linken Kräfte der Widerstandsbe- wegung haben über die Hälfte der Sit- ze gewonnen. Auch traditionell rechts- gerichtete Städte und Departements haben eine Linksmehrheit erhalten. Das Frau. luwahlrecht in Italien hat Bcromi für die nächsten Wahlen an- gekündigt. In Polen wurden über eine Million Hektar Grundbesitz enteignet und an 250.000 Familien verteilt. Etwa 200 Latifundien werden in staatliche Mu- stergüter verwandelt — Auch in Ru- mänien und Ungarn hat die Liquidie- rung des Großgrundbesitzes be- gonnen. Eine Linksregierang in der Tschecho- slowakei will Benesch aus den Kräf- ten der Widerstandsbewegung bilden. Der reaktionäre Grossgrundbesitz hat trotz des Gegen komitees, das in Lon- don gebildet wurde, in der Tschecho- slowakei ausgespielt. Jugoslawien wird als Föderation auto- nomer Nationalstaaten nach sowjet- russischem Muster neu aufgebaut» Damit besteht die Aussicht, dass end- lich der latente Bürgerkrieg überwun- den und durch Einigkeit ersetzt wird. — SS — AUS DER ARBEITERBEWEGUNG Bekannte Sozialisten aus den wich- tigsten europäischen Ländern haben iti London eine Resolution gefasst, deren wichtigste Stellen lauten: „Der Nazifaschismus reisst bei seinem Sturz die Zivilisation in immer wach- sendem Ausmass mit sich, und zu den Schrecken des Krieges kommen nun die des Bürgerkrieges. Die Aufgabe der Wiedererweckung der Mensch, lichkeit und des Wiederaufbaus der Gesellschaft wird überaus schwer sein. In diesem historischen Augenblick wollen wir uriserm Glauben Ausdruck geben, dass der Friede verloren gehen wird, wenn er nicht auf den Grund- sätzen aufgebaut wird, für die der in- ternationale Sozialismus immer ein- getreten ist, und dass, was für ein in- ternationales System auch nach dem Kriege geschaffen wird, es nicht funktionieren wird, wenn nicht die einfachen Leute, insbesondere aber die Arbeiterklasse aller Länder, daran Beteiligt werden. Nur die Uberzeugte Mitarbeit der Arbeiter aller Länder ohne Ausnahme kann den Frieden st. lieh Frieden bringen, so müssen zum ible Verschiedenheit der ökonomischen und politischen Struktur der Sieger- mächte schliesst die Gefahr des Zer- würfnisses in sich. Soll der Sieg wirk- ehern. Mindesten die Arbeiter geeinigt wer- den. Die ungeheuere Grösse der Auf. gaben steigert die Dringlichkeit der Einigung... Die erste internationale Aufgabe ist die schleunige Wiederherstellung ei. ner freien und demokratischen Ge- werksohafts- und Arbeiterbewegung in allen Ländern, die vom Faschismus befreit sind. Bei der Erfüllung dieser Internationalen Pflicht wird die Ar- beiterbewegung Englands und der be. freiten Länder nicht nur ihren Kame- raden helfen, sondern sie wird auch die eigene Zukunft vor der Anstek- ltungsgefahr chaotischer Arbeitesbe- dlngungen schützen und gleichzeitig der europäischen Demokratie auf den Weg helfen. Die britische und internationale Ar- beiterbewegung muss darauf beste, hen, dass der Wiederherstellung der Gewerkschaften und der Arbeiterorga- nisationen keine Hindernisse in den Weg gelegt v/erden. Dies muss auch für Deutschland gelten.. Die Wiederbelebung der sozialisti- schen Internationale leidet keine Ver- zögerung, und es liegt in der Natur dieses Zieles, dass Sozialisten aller Länder ohne Ausnahme einbezogen werden müssen, genau so wie alle So- zialisten sich in diesem Kriege für den Sieg über Hitler und den Fa. schismus eingesetzt haben... Wir fühlen uns verpflichtet, mit al- lem Nachdruck auf unserer Ueberzeu- gung zu bestehen, dass die Arbeiter der Welt nicht eher Frieden und Si- cherheit für ihr Heim erlangen wer- den, noch Freiheit und eine bessere Zukunft für ihre Kinder, wenn sie sich nicht dafür einsetzen, dass Friede, Sicherheit, Demokratie, wirtschaftn, eher Austausch und Arbeitsbedingun- gen wie auch alle anderen Lebensbe- dingungen in der modernen Welt in- ternational organisiert werden. Und wir bleiben dabei, dass die Arbeiter diese internationale Organisation nicht sichern können, wenn sie sie nicht durch ihre eigenen vereinigten inter- nationalen Aktionen stützen. Die Konseren» der europäischen soasla. listischen Parteien in Londen erklär- te sich Anfang März gegen eine Tei- lung Deutschlands in mehrere Staa- ten, sprach sich aber für Grenzverän- derungen und die Schaffung einer Ii. cherheitszone im Westen aus. Ferner trat sie ein für Bestrafung der Kriegs- verbrecher, Entwaffnung, Wiedergut- machung, Kontrolle über Industrie, Finanz, Presse, Radio, Kino, Erzie- hung. Andererseits forderte sie die Organisation freier Gewerkschaften und die Schaffung einer demokrati- schen Regierung. Der Schlussatz der Resolution lautet: „Die Konferenz gibt die Hoffnung nicht auf, das Entstehen eines neuen Geistes in dem umgewandelten Deutschland zu erleben, auf dessen Gruhdlage die demokratischen Ele. mente und die Arbeitermaasen eine menschliche und friedliche Nation schaffen können". AUS HITLER-DEUTSCHLAND Unsterblich)2 Opfer... Wir gedenken der Hunderttausende, die als wahrhaft unbekannte Soldaten an der vergessenen Front dieses Welt- krieges gegen den Nazifaschismus ge- fallen sind. Es sind unsere Toten, die Toten des andareti Deutschland. In zwölf langen Jahran wurden sie vci; von faschisti- schen Bestia; in den Kcnzentraticns. lagern auf der Flucht erschossen, zu Tode gemartert, als "Verräter" ' er- hängt. Sie starben allein, ihre Leichen wur- den verscharrt. Vc>.: ihrem Opfertod nahm niemand Kenntnis. Nur weni- ge gedo ken ihrer in der Stunde des Sieges. Und den:och werden sie en_ gehen in die Geschichte und kom- mende Generationen werden sie eh- ren als unsterbliche Opfer. I)»n Blum, Frarzisoo Nitti, Edouard Herriot und viele andere totgesagte Geiseln sind gerettet worden. Wir freuen uns darüber, dass dii SS-Ban„ den aus Furcht vor der öffentlichen Meinung der Welt n'chf prewagt ha- ben. sie zu ermorde«. Jedoch wir war- Ipton bisher vergebens, dass einer der Unsern als gerettet gemeldet wurde. Für Brsitscheid und Thälmann brauchten die Mordgesellen die Wachsemke't der Weltmeinung richt zu fürchten. Sie wussten nur zu gut, dass wegen eires Mordes an einem deutschen Antifaschisten k°in alliier, tes Gericht sie als Kriegsverbrecher zur Verantwortung ziehen würde. TTr d so bleibt zu fürchten, d^ss man ih- rer nicht viele lebrrd finden wird. die die alliierte Propaganda ietzt ent- dp^Vt b*>t, di° sie ausnützt, um foftir eir»7«»lnert als !Rän- h°~ "Ti(i Mörder yiiTTznotpiler) hat sich snhrr ie^zt. kortr^nrotfiizent er. w-'^pn. An^h <1or nnböfang-ene Zei- +111-1^0''penr 'bpc'ir''nt. sich d"i" i°+7t xn'f., ti7,-."hperlen Nim5n wie Buchenwald T"Vr\ oVtOll fni" flor pii-r r1an*c!nh7) die Nachrichtenagenturen sich fle's- sig bemühen, zu verschweige«, dass man neben ausländischen Zwangsar. heitern und Kriegsgeiangenen deut- sche politische Gei.i-ge.ae m dtu La- gen.! zu vielen Tausenden gefunden hat, so gibt es doch ein paar Bericht- erstatter, die bei der Wahrheit blei- ben. Howard K. Smith, der amerikanische Korrespondent, der uns in seinem Buche "Der letzte Zug aus Berlin" ein* wahrheitsgetreues Bild des Drit- t-jo. Reiches bis zum Eintritt der USA in den Krieg gegeben hat. ist mit den alliiertem Heeren nach Deutsch- land zurückgekehrt. Er berichtet: "Es kann keinem Zweifel unterliegen, dass die grosse Mehrheit des deutschen Volkes seit langem nicht nur des Krieges, sondern auch des Nazismus müde gewesen ist. Das zeigen n cht nur die Worte der Deutschen, mit denen ich sprach, sondern ebenso die verzweifelte Si egeszu versichts-Propa. • ganda der Nazis selbst, die an al en Mauern und Hauswänden aller ein- genommenen Städte sichtbar wird. T-n armlmgen, verwaschenen Buchstaben las ich Parolen wie die folgende: "Wir werden siegen, wir werden s:e. gen, wir werden siegen". Auch der Hitiergruss muss ganz aus der Mode gekommen sei»:, denn in aPen Städ- ten vi:.d Dörfern sah ich Anschläge: "Bist du würd'g. ein Deutscher zu sein, muss dein' Grass Heil Hitler sein". Es gibt weitere Anzeichen. Schon im vor'gen Jahr waren die Ka- sernen der Gestapo und die Zucht- häuser überfüllt mit deutschen "Ver- rätern". In Znll-i:, die für zwei Ge- fangene berechnet waren, wurden bis 21 Personen eingepfercht, winzige Räume, die für e'nen bestimmt wa- ren beherbergten bis zu 10 oder 12 Gesangsre. Einen Ta? vor der Ein- nahme von Köln wurden in der Ge. stapo_Kaserne 94 Deutsche we^e-n . "Verrat.0" suferehänert. Alle politi- scher? Gefangenen wurden dann aus ihrer. Zellen an den Ermordeten vor- beieref ührt. eln'ere wurden frei »pas- sen. damit sie in d^r Stadt erzählten, was sie gesehen hatten". — 41 — Zwei Kumpels erzählen. Die konser- vative icxiuuner "oJaiyy Mau" berich- tete uoei eme Unterhaltung, die einer inrer ixorre^ponuentcn mit zwei Berg- as oeitern aus -ixonischeia nacte, m uer ioiSeiiui.iL iruj.m, me zoigü, aass auch unuer Hitler sicn üie ueaanxen aer aeuisciien Aroeiter nicnt geanuert ha- ben: "Mit der Mütze in der Hand kommt der kleine deutsche (Bergmann in den Raum, in dem ich aroeite. Ver- sciirumpeit. gratig, vorwar usgebeugt, aber mit Feuer in seinem Blick, erin- nert mich dieser Mai-»- an Walliser Bergaroeiter bavj-ixager sind &tui^*ucii&uxuale Politik er, cao ±ii der Duiltiuiä-ocnustihingä-^ifcifc tuen nicht mit. aem AasLCulasuin^mus keui- promiuert naoen. KiloüvnaK wurue von den Starnuijeu wieu^r- hoit in rüaer We.se angegrin,.n und schliesslich setzten sie gegen inn ein Rcu^verout auxen. Vcu aen unpoiiü- schen Fachministarn hat Dl. uerö, Staatsanwalt von Beruf, als Präsident der "Amateure" und aes Jy'ussbavvcr- bands m Sportkreis.u Popularität ge- messen. Dr. Zimmermann -war Direk- tionüsekretar der Landerbank. Zum Bürgermeister von Witu wurde General Körner berufen. Genosse Karl Seitz ist von den Nazis ver- schleppt worden, e n. bitterer Trop- fen in den Becher der Freu-ie über W.ens Befreiung. Körner war im er- sten Weltkrieg Generalstabschef der IsonzofrLs.it. Dr. Deutsch hat ihn als Heeresminister an die SpLze des klei- nen östeiieichischen Heeres gestellt. Als ihn Vaugoj; wegen seiner auf- rechten demokratischen Gesinnung absetzte, entsandte ihn der Wiener Landtag in den Bundesrat. Am 15. Juli 1927 hat er unter eigener Lebens- gefahr seine Schutzbündler in den brennenden Just:zpalast geführt, um die dort eingeschlossenen Wachleute herauszuholen. Ais er im Februar 1934 ins Untersuchungsgefängnis des Landesgerichtes gesteckt wurde, wies er alle Begünstigungen, die ihm ge- mäss Gefängnisordnung zustai den, zurück. Er fegte und schrubbte se'ne Zelle selber und nahm keine Kost- verbesserung an. Noch nach der Ent- lastung verfolgte ihn der Hass der faschistischen Po'izei. Sc oft sie So- zialdemokraten zu Reinigun gspartien zusammentrieb — politische Ge?ner zum Aufreiben des'strassenpflastera und Wänjewaschen zu erniedrigen. haben nicht die Nazis erfunden son- dern die Vaterländischen — hoHe sie Genossen Körner auch herbei. Bis er eines Tages in voller Uniform, mi^ dem. Kronen- und dem Leopoldsor- den behangen, antrat. — « — CASA RÜBENS Ferien- und Erholungsheim für Kinder und Erwachsene Colonia Valdense Depto. Colonia Uruguay Caga Filatölica ROBERTO POMMER cempra 7 venta de eetampilla» para coIeccMn ItECONQLISTA 200 — Bs. Air« U. T. 33 (Av.) B768 * i i A. A. B. A. 1 t ENRIQUE U. CORONA MARTINEZ | A B O G A D O LAVAiLE 126S U. T. 35 - 3853 i DAS GUTE 3 Cobi Brot 5 Telef. Anrui U. T. 51 - 6034 Soeben eingetroffen! AUSTRIAN LABOR INFORMACION New York Zeiitral-Orj;aii «1er österreichi- schen Sozialisten in deutscher Sprache. 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