£ ¥ Das Andere Deutschland (LA OTRA ALEMANIA) Periodico Aiemän Independiente JAHRGANG HI — Nr. 29 BUENOS AIRES, 15. August 1940 EINZELNUMMER 30 CENTAVOS JAHRESABONNEMENT: 3 PESOS Wie geht es weiter? Sterndeuter und Propheten, die für Ende Juli grosse kosmische und po- litische Erschütterungen voraussagten, haben sich geirrt. Weder ist Hitler am 27. Juli ermordet worden, noch ist die Invasion gegen England bis- her gestartet worden, die heute kern Blrtzangriff sein würde, da das Mo- ment der Ueberraschung nicht mehr vorhanden ist. Wird der Angriff be- gonnen haben, wenn diese Zeilen in Druck gehen? Wird er im August stattfinden? Wird er überhaupt un- ternommen werden? Wenn das Risiko nicht sehr gross wäre, hätte man die Wochen der eng- lischen Schwäche unmittelbar nach dem Zusammenbruch Frankreichs wohl trotz . Pensabamos que allf encontrarfamos a algün viejo conocido, a "prominen- tes"; se suponia generalmente que Hans Litten estaba todavla en Ester- wegen-Papenburg. Pero en aquel en- tonces Litten se encontraba ya en Lichtenburg, de lo cual nos entera- mos recien cuando de la cärcel celu- lar pasamos a los lugares de reuniön do ese campo de concentraciön. ;En que estado lo vimos! Los camaradas que lo hablan conocido en Branden- burg, donde ültimamente se repusiera de las precedente brutalidadesi sufri- das, apenas si lo reconocian; en nos- otros, que no lo habiamos visto en ninguna parte durante la prisiön pre- ventiva, hizo una profunda impre- si6n. Pelado al rape, apoyado en bas- tenes, delgado, pälido, solo sus ojos oenlan vida y miraban atentos a tra- ves de los cristales de sus gafas. Con la, misma afectuosidad que a los ami- gos daba un apretön de manos a los desconocidos a quienes el apenas vie- ra alguna vez pero que le conoclan bien. Litten constituia asimismio el centro ■ de la atenciön general; no le placfa referirse a los sufrimientos que tuvo que aguantar. Sus espaldas es- taban algo encorvadas — no asl su indomable temple espiritual. Por el momento le iba relativamente bien en Lichtenburg. Se ocupaba eh trabajos de encuadernaciön y tenia tambiön la 2 bi<oteöa :-: das naturales en la lucha contra los nasis explotadores y prepotentes y en nuestra acciön por la libertad de los trabajadores. Nosotros estamos con- vencidos de esto y los ayudamos. De- btn unirse todos los oprimidos por la svästica. No hay 5». Columna en la Argentlna? En estos dlas en que se habla tanto de la infiltraciön nazi en el Uruguay, es interesante leer lo que d'ce sobre la Quinta Columna en la Argentina el diario "La Noche" de La Paz, Boii- via, en su ediciön del 7 de Junio de 1940. En Espana se la bautizö. Y este nombre define las actividades sinies- tras desplegadas por elementos ex- tranjeros. Ahora nadie desconoce el peligro que representa la Qiunta Co- lumna. Existe en todo el mundo. Y tcdos los pueblos estän abocados a esta amenaza. No solamente Europa, America tambien tiene que defender- se y mantenerse alerta contra ella. 3e ha demostrado definitivamente que la Quinta Columna alemana trabaja sin descanso en los pueblos del hemisfe- rio occidental. En la Argentina se han hecho revelaciones sensaqionales al; respecto. Todas las actividades nacio- nales del vecino del Sur estän contro- ladas por la Quinta Colmna. Sola- mente en las fäbricas de luz hay em- pleados mäs de seis mil alemanes simpatizantes o emisarios de Hitler. Su misiön estä determinada. Y en el momento preciso maniobrarän con la rapides que se requiere para impe- dir toda posible reacciön. Lo mismo que en Elscandinavia. Que en Holan- da. Y en Belgica. Las regiones mäs menazadas serian la Capital Fede- ral y la ciudad de Rosario. En menos de veinticuatro horas pueden dejar a oscuras a estas dos ciudades para fa- cilitar la ocupaciön de las mismas por su conocido sistema de los desembar- or>s de sus marineros miemtizados y de sus paracaidistas. La persona« ar- gen tina ha dado ya la voz de alar- ma. Las pruebas de estas aserciones son irrecursables. Mlrar de eerea Mirar de cerca, no dejarse enganar por las apariencias: ahi estä el secreto de una acciön eficaz contra la 5a. co- lumna. En Amsterdam, los empleados de los bancos alemanes tenian. aparence- mente, un club social donde se reu- nlan para cantar v hacer ejercicios ritmicos. Cuando la invasion de los nazis, ssos rnismqs empleados de los bancos germancs formaron un regi- miento, que con armas y todo, saliö de la ciudad para atacar por la es- palda, al ejercito holandes. Mo hay que dejarse enganar por pa- saporres chilenos. Hay que ver, que los rebratos de Sarmiento en los cole- gios nazis sirven ünicamente para dl- simular la propaganda totalitaria. No orea que despues de los decretos restrictivos del P. E. los nazis no se ocupan de nada mäs que de cantos, ciüturales y sociales en sus organiza- ciones '"inooentes". 4